La localidad ayer cumplió 108 años de haber obtenido la categoría de municipio, separándose de manera definitiva de la jurisdicción deValladolid, sin embargo, la efeméride pasó desapercibida para las autoridades municipales a pesar del crecimiento y desarrollo que ha tenido la villa ubicada en el Oriente del Estado.
Al respecto, vecinos señalaron que todo parece indicar que el alcalde Carlos Manuel Kuyoc Castillo está más pendiente de cuestiones políticas que de festividades. Y tampoco ha pagado el sueldo al regidor Tirso Israel Mena Novelo, a pesar de que en días pasados el Tribunal Electoral del Estado de Yucatán (TEEY) le ordenó cubrir con los adeudos.
El profesor y difusor cultural en la región Federico Osorio Mena calificó de lamentable que la fecha haya pasado completamente desapercibida para las autoridades en turno, sobre todo porque sería una muy buena fecha para que principalmente niños y jóvenes pudieran conocer un poco más sobre la historia de su municipio.
De igual manera, expresó que ojalá y futuras administraciones tomen en cuenta este y otros importantes acontecimientos del lugar para realizar algún evento cívico que pudiera difundir la historia local.
Para la mayoría de la población fue insignificante que un 28 de junio, pero de 1915, Temozón se elevó a categoría de municipio anexando los pueblos de Nahbalam, Hunukú y Yalcobá, de acuerdo con en el decreto 149 plasmado en el Diario Oficial del Gobierno del Estado de Yucatán, siendo gobernador el general Salvador Alvarado, reveló el profesor Osorio Mena.
Explicó que, según sus investigaciones, en ese entonces Temozón contaba con una extensión territorial de mil 87.06 kilómetros cuadrados y colindaba con los municipios de Valladolid, Tizimín, Chemax, Uayma, Calotmul y Espita. Meses después, el 15 de noviembre de 1915, se le segregó el pueblo de Yalcobá.
En la época de los años 50, la población se dedicaba a la producción del jugo de caña, a los dulces de melado, aguardiente, anís de miel y mistela; lo que le permitió al municipio mantenerse en constante ritmo de desarrollo y crecimiento, sostuvo.
Osorio Mena señaló que los lugareños se caracterizan por su emprendimiento en actividades económicas que generan empleo y derrama económica. Entre otras actividades comerciales que caracterizan a la localidad, mencionó los trabajos en el ramo de la carpintería mediante la fabricación de muebles con tallados de madera fina, así como la preparación y venta de la afamada carne ahumada de cerdo, y la de res, que han conquistado los paladares de los visitantes de la región y de turistas nacionales y extranjeros, por su sabor inigualable.
Aunque también han destacado en la elaboración de bordados de ropas típicas de la región, y en el sector turístico en el ramo del hospedaje, gastronomía, comercialización y venta de artesanías.
En hospedaje, destaca la exHacienda Temozón, reconocida entre las más elegantes de Yucatán para alojar visitantes. Sus instalaciones mantienen parte de la arquitectura original, de cuando era una importante propiedad productora de henequén, que se mezcla con la modernidad de un hotel de lujo. En su restaurante se pueden degustar los exquisitos platillos de la gastronomía yucateca e internacional.
Además, destaca la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que data del siglo XVIII. De muros gruesos de mampostería que la han sostenido a través del tiempo, aún es posible leer la fecha de su reconstrucción en la parte superior del arco central: 15 de agosto de 1892, y su versión original se calcula desde la época colonial.
Pero también en Temozón se encuentra el sitio arqueológico de Ek Balam, formado por los vocablos ek’, con el que se denomina al color negro y que también significa “lucero” o “estrella”; y balam, que quiere decir “jaguar”. Puede traducirse entonces como “jaguar oscuro o negro”.
La historia de esta ciudad maya data del año 300 a. C., hasta la llegada de los españoles. Fue capital del Imperio de Tah, lugar de gran riqueza, con una población de 12 a 18 mil habitantes en su núcleo principal. Posee 45 estructuras y está rodeada por dos murallas concéntricas de piedra, y otra más que une a los edificios centrales. Estas murallas tuvieron fines defensivos y para el control del acceso.
Además, en Temozón hay hermosos cenotes, como el Hubikú, una caverna que se ilumina con los rayos del Sol gracias a una gran apertura en la bóveda, que permite admirar las estalactitas y estalagmitas alrededor. Su agua es cristalina y muy fresca, con una profundidad de 50 metros, por lo que el uso de chaleco salvavidas es requerido. Actualmente, se ha convertido en un parque ecológico.
Osorio Mena destacó que el actual crecimiento, desarrollo y transformación de la villa de Temozón se debe a la construcción de obras de infraestructura para el mejoramiento de la imagen urbana y de las actividades productivas y económicas de los temozonences a lo largo de estos 108 años.
Y aún hay más, se visualiza un detonante de desarrollo en la zona, con la llegada del Tren Maya y la construcción de una estación de este moderno sistema de transporte se encuentra a escasos seis kilómetros de la cabecera municipal.
Quien actualmente labora en el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas recalcó que la última vez que las autoridades municipales recordaron la efeméride fue en agosto del 2015, cuando se develó en el parque principal una placa conmemorativa por las festividades del centenario de la creación del municipio, asimismo se llevaron a cabo una serie de actividades cívicas, deportivas y culturales organizadas por las autoridades municipales en turno.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
AA