El Parque Recreativo Mulsay cumplió 40 años en diciembre del año pasado y la fecha no solo pasó inadvertida, sino que el lugar está completamente en ruinas y la responsabilidad es toda del Ayuntamiento de Mérida, encabezado por Renán Barrera Concha.
Y es que el Alcalde no le cumplió a la gente de la colonia. Hace cuatro años, cuando se le hicieron obras de mantenimiento al mercado del rumbo, el Presidente Municipal dijo que el parque y zoológico no cerraría.
Sin embargo, al poco tiempo comenzaron a llevarse a los animales, ya van cuatro años y otra administración en curso, pero el lugar está inactivo.
Lo más contrastante del caso es que se trata de un área verde de unos 18 mil metros cuadrados (300 m de largo por unos 60 de ancho), lo que sin duda es un gran “pulmón” en la ciudad.
En lugar de remodelarlo Renán Barrera lo abandonó, ahora se ha encaprichado con un proyecto nada benéfico como el Parque Tho’.
En marzo de 2019, el Alcalde les aseguró a los vecinos que el zoológico no cerraría, pues se mostraron preocupados por el futuro de este.
Expuso que el recinto no fue creado para albergar fauna, por lo que eran necesarias adecuaciones para convertirlo en un mejor espacio público y eso propició la mudanza de los animales. Desde entonces han pasado cuatro años y cuatro meses.
En el interior de lo que fue un sitio de paseo familiar, apenas y se sostienen los locales que fueron la biblioteca y la casa de los espejos, casi no se distinguen los espacios que ocuparon los animales, pues quedan pocos vestigios de las jaulas.
En su momento, el zoológico llegó a contar con cocodrilos, tortugas, varios felinos, como león, tigre y leopardo, aunque no todos coincidieron, además de venados y variedad de aves.
Asimismo, lo que era el parque contaba con una cancha, por lo que era recurrente ver a los jóvenes jugar ahí futbol o basquetbol en las mañanas y por las tardes.
“Había que tener cuidado de no mandar el balón a la jaula de los cocodrilos o del león, porque era despedirse de él”, dijo J.D.V.C al recordar las “retas” de futbol. “Es una pena verlo abandonado”, dijo un exvecino, que ocasionalmente frecuenta el rumbo.
Muchos años atrás llegó a tener un trenecito como el del Centenario, algo que pocos recuerdan. El acceso principal se encuentra en la calle 67, del lado del estacionamiento del mercado y tiene otros dos, en las calles 67-A y 67-B.
Para algunos colonos la edificación del mercado perjudicó un poco el zoológico porque perdió su fachada. “Se veía el aviario y a la gente que pasaba le llamaba la atención. Con el mercado quedó un poco escondido y solo los que lo conocíamos veníamos”, señaló.
“Hace años que lo cerraron. Fuimos al Miércoles Ciudadano para exponer que es una necesidad en la colonia, porque era un sitio de entretenimiento familiar”, comentaron un grupo de vecinas.
“Nos dijeron que tenemos que presentar un oficio. Igual pensamos recabar firmas porque pareciera que nada más nos quieren poner trabas en lugar de tomar en cuenta nuestra petición”, agregaron.
El nombre oficial es Lic. Manuel Berzunza Carrillo y en su entrada hay una placa que dice “Parque Recreativo Mulsay, una aportación al programa de integración familiar”.
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GC