Por primera vez en la historia de este puerto, una mujer logró ingresar a la lista del Padrón de Pescadores 2024. Roxana Candelaria Cabrera Gamboa, quien lleva una década ejerciendo la actividad marina, expresó que se siente feliz y orgullosa de ella misma al dar este enorme salto en su carrera como una mujer del mar.
Precisó que el año pasado organizó todos sus documentos y los llevó a la dependencia correspondiente para demostrar que como pescadora merece recibir los mismos apoyos que se les otorga a los ribereños para el tiempo de la veda del mero, así como en otras temporadas. “El año pasado metí todos mis papeles, hice movimientos y gracias a Dios, ahora ya estoy en la lista dentro del Padrón de Pescadores del puerto”, señaló.
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La entrevistada destacó que su labor en el mar no ha sido nada fácil, pues se ha enfrentado a varios problemas y riesgos con el fin de llevar el sustento económico al hogar. “No ha sido nada fácil estos 10 años, pero aquí seguimos. Un logro más para mí. Me siento muy feliz al ver mi nombre dentro de esa lista”, aseguró.
Además de lograr ingresar en esta lista, Cabrera Gamboa también cuenta con su tarjetón que la avala como pescadora y le da la oportunidad de subirse a las grandes embarcaciones que salen del puerto de Progreso para ejercer la pesca de altura. “Tengo mi tarjeta de pescadora, con ello puedo subirme a los barcos de cabotaje que salen de Progreso y hacer hasta 20 días en altamar, pero aquí estoy bien por el momento”, dijo.
Doña Rosi, como popularmente es conocida, mencionó que también sus compañeras merecen ser reconocidas como ella para que obtengan los apoyos del padrón y sean respaldadas por el Gobierno del Estado. “Hay dos compañeras más aquí en el puerto que son pescadoras, también merecen ser reconocidas, ellas laboran junto con sus esposos”, dio a conocer.
Actualmente, Roxana Candelaria sale a trabajar en compañía de su esposo Alberto Hernández, mejor conocido como Campechano. Ambos capturan especies playeras y crustáceos que se encuentran en las aguas poco profundas, ya que por el mal tiempo no han podido alejarse de las costas. “Ahora estamos agarrando robalo, cuando vemos que hay jaiba o chivitas las subimos, con eso nos estamos ayudando porque la pesca es nuestro trabajo principal”, dijo.
Reconoció que su trabajo poco a poco le ha ido rindiendo frutos, pues busca que más mujeres de mar puedan luchar por sus derechos.
“Yo soy la primera mujer que entró a esta lista en la localidad, me llenaría de orgullo que otras más lo logren, porque hay otras pescadoras”, finalizó.
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NM