El proyecto de ampliación de la red de gas natural de Engie en la zona Poniente de Mérida se frenó definitivamente, tras el amparo directo -expediente VII-332/2021) promovido por vecinos de las colonias San Damián, García Ginerés y Residencial Pensiones, ante el Juzgado Tercero de Distrito.
En un recorrido por la zona de Residencial Pensiones, etapa VII, se constató que sobre la avenida principal, frente a Plaza Las Américas, la empresa no ha realizado trabajos desde hace meses. Algunos vecinos se quejaron de que, por las noches, la firma “hace ajustes en algunas zonas y esquinas de calles”, que luego “tapa” días después simulando obras de agua potable, pero no se aprecian avances reales.
Los habitantes de Pensiones VII tampoco han visto actividad reciente de la empresa de gas natural. Las únicas ampliaciones se hicieron hace un par de años, cuando se pretendió instalar el gasoducto en una empresa galletera de la zona, por calles aledañas, en prejuicio de los residentes.
En el procedimiento legal se demostró que Engie desvió el trazado original que debía pasar frente al hospital regional de Instituto de Seguridad Social y Servicios para los Trabajadores del Estado (Issste), y lo redireccionó por calles residenciales de alta densidad poblacional.
Como parte del proceso legal, los vecinos propusieron una inspección particular donde evidenciaron que el Programa de Desarrollo Urbano de Mérida impedía la introducción de gas natural en zonas habitadas tan densamente, contraviniendo la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA). El trabajo fue realizado por el biólogo Rubén Presuel, cuyo dictamen consta en el documento de litigio.
También demostraron que las autoridades municipales que encabezaba Renán Barrera Concha, hoy alcalde con licencia, autorizaron obras que no se apegaban a la normatividad ni a los planos del trazado original.
La única zona donde los habitantes aceptaron la instalación de tomas domiciliarias de gas natural fue en Pensiones, donde se colocaron al ras de la banqueta, igual que el agua potable. Sin embargo, temen que por algún accidente o fuga la tubería se incendie y provoque un siniestro en cadena.
Ante las pruebas presentadas, el juez otorgó un amparo definitivo a los vecinos, lo que obligó a Engie a detener su proyecto de ampliación en la zona, que buscaba incrementar su cobertura en el sur de Mérida.
La empresa impugnó la decisión judicial, buscando revertirla, pero de momento acató la suspensión de las obras, lo que significó un revés temporal y que encuentran vías legales para reactivar el proyecto, aunque no especificaron cuáles.
Por su parte, los vecinos inconformes celebraron la suspensión del proyecto y advirtieron que defenderán el amparo ante cualquier intento de la empresa por reanudar las obras en sus colonias. Aseguraron que no se oponen al gas natural, pero exigieron que cualquier obra cumpla con la ley, las normas ambientales y no ponga en riesgo a la población.
El conflicto entre Engie y habitantes del Norte de Mérida por la ampliación del gas natural lleva ya varios años y se ha convertido en una batalla legal que aún no termina. La empresa busca ampliar su infraestructura y mercado, mientras los vecinos reclaman su derecho a la seguridad y a un ambiente sano libre de riesgos.
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NM