Angely González, originaria de Guadalajara, lamentó el maltrato que recibió de empleados de Aeroméxico, quienes se negaban a entregarle su pase de abordar, pues le faltaba un documento que indique, estaba en condiciones de viajar en avión, dado que estaba recién operada, al grado que la empresa no quería pagar el servicio de silla de ruedas que solicitó.
Acompañada de dos de sus familiares, la afectada dijo que llegó muy temprano al aeropuerto de Mérida con la intención de viajar a Guadalajara, con escala en la Ciudad de México, durante varias horas estuvo de pie esperando su turno para registrarse, hasta que una persona se acercó y le ofreció una silla de ruedas, una vez frente al mostrador, la persona que la atendió le dijo que no podía viajar porque le faltaba un certificado médico en el cual señale que no corría riesgo para subirse al avión.
Lo que no agradó a sus acompañantes fue la conducta del empleado y la falta de tacto para explicarle los motivos por los que no le permitían viajar, lo que propició el descontento de sus familiares, que pedían les devolvieran su dinero para comprar un boleto en otra línea aérea, pero el empleado, de mala gana, les dijo que no era posible, les ofreció cambiar la fecha de su salida, lo que no aceptaron porque les urgía llegar a Guadalajara.
Esto propició la intervención de elementos de la Guardia Nacional, quienes finalmente lograron que les permitieran viajar bajo su propio riesgo.
Lamentablemente, agregó, no estaba enterada que el servicio de silla de ruedas es subrogado, hasta que se le acercó un joven para conducirla a la sala de última espera, pero los empleados de Aeroméxico no le entregaron el cupón para evadir el pago, hasta que el joven encargado de prestar el servicio fue recogerlo y solo de esa manera pudo pasar a la zona de abordaje.
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NM