Después de 15 años de lucha contra megaproyectos, la deforestación y el uso de plaguicidas e insecticidas, apicultores de la Península de Yucatán ganaron un amparo que reconoce a las abejas como seres sujetos a derecho por su importancia en el medio ambiente.
El abogado Jorge Fernández Mendiburu, asesor jurídico del Grupo recordó que, con el amparo, promovido ante el Juzgado Segundo de Distrito, con sede en Campeche, se reclamaron las omisiones de las autoridades federales, que permitieron las muertes masivas de abejas en Hopelchén, y el reconocimiento de estos polinizadores para los ecosistemas.
“Hasta donde sabemos, no existe en México, ni en Latinoamérica una sentencia que reconozca la importancia ecosistémica de las abejas por su función polinizadora. Ese reconocimiento que se hizo con base en estudios, la jueza decidió que la abeja, más allá de la labor en la apicultura, merece una protección”, aseveró.
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También el Estado tendrá obligaciones que cumplir, comentó. Todas las autoridades tienen que efectuar medidas que demuestren ser efectivas, como prohibir el uso de los agrotóxicos y restauración de las zonas deforestados, ejemplificó.
La Jueza Cuarta de Distrito del Centro Auxiliar de la Quinta Región, con residencia en Culiacán, Sinaloa, Mónica Perera Gutiérrez, otorgó un amparo a favor de representantes de los pueblos mayas de Hopelchén, Campeche. Esta sentencia histórica reconoce el valor ecológico y cultural de las abejas, así como las graves omisiones de las autoridades federales y estatales que han provocado la muerte masiva de estos polinizadores esenciales.
El juicio de amparo, presentado el 19 de mayo de 2023 en el marco del Día Mundial de las Abejas, argumentó violaciones a los derechos de la naturaleza y los derechos colectivos de los pueblos mayas a la libre determinación, el territorio y la integridad cultural. En el juicio se señaló la omisión de las autoridades federales y las estatales frente a las dos principales causas de muerte masiva de las abejas que son la utilización indiscriminada de agrotóxicos como fipronil, glifosato y neonicotinoides, y la deforestación desenfrenada, que ha colocado a Hopelchén como uno de los municipios más deforestados de México.
En esa lógica, también se argumentó que existía una afectación ecológica, económica y cultural, pues la apicultura ha sido una práctica prehispánica de los diversos pueblos mayas de la región.
La Jueza reconoció que las abejas, no sólo son fundamentales para los ecosistemas y la producción de alimentos, sino también parte del legado biocultural de los pueblos mayas, quien han practicado la apicultura desde tiempos prehispánicos
La sentencia abrirá una puerta para que se reclamen, posteriormente, la protección de ciertos insectos en varios ecosistemas, cuya función son perjudicadas por la actividad del hombre, señaló.