El acelerado crecimiento inmobiliario en la zona Norte de Yucatán podría desencadenar serios problemas ambientales y sociales, advirtió el Dr. Francisco Bautista, especialista del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental de la UNAM. En un análisis detallado, el especialista señaló que la expansión urbana en esta región, carente de agua y vulnerable a inundaciones, representa un riesgo significativo si no se toman medidas adecuadas de planeación y regulación.
Bautista explicó que los programas de ordenamiento ecológico territorial del estado presentan importantes deficiencias, ya que están diseñados con un enfoque centrado en los usos del suelo y los intereses de los usuarios, dejando de lado el potencial real de este recurso natural. “Podemos cometer grandes problemas ambientales si no usamos el suelo de acuerdo con su potencial”, señaló.
Una de las principales preocupaciones es la instalación de granjas porcícolas en áreas inapropiadas dentro de reservas naturales. Según el especialista, el suelo en esas zonas carece de la capacidad de filtrar las grandes cantidades de aguas residuales que generan estas actividades, lo que podría derivar en contaminación del subsuelo y los mantos acuíferos.
Uno de los mitos ambientales más persistentes en el estado, según Bautista, es la creencia de que Yucatán cuenta con abundante agua. En realidad, la zona Norte tiene muy poca agua potable disponible. Las rocas del subsuelo contienen agua salina y, aunque existeuna lente de agua dulce, esta se hace cada vez más delgada a medida que se aproxima a la costa, hasta desaparecer por completo.
“El Norte de Mérida históricamente ha sido una región sin habitantes debido a sus limitaciones naturales. Ahora, al llenarse de fraccionamientos, no sólo enfrentamos la falta de agua potable, sino también el riesgo de inundaciones y la pérdida de patrimonio para los residentes”, explicó.
El investigador subrayó que las inundaciones son un problema constante en el Norte del estado, especialmente en zonas como el fraccionamiento Las Américas y áreas periféricas. Estos problemas, aunque históricos, han cobrado mayor relevancia debido al aumento de la población en la región.
JY