Cada diciembre, una amplia variedad de productos relacionados con la celebración de la Navidad, se comercializan en todo el país. Los nacimientos, representación católica que hace alusión al nacimiento de Jesús, son un infaltable en los hogares mexicanos durante estas festividades que reúnen a las familias.
Entre los elementos que forman parte de la representación, se incluye el heno y el musgo, plantas que son extraídas de su hábitat, situación que pone en riesgo su preservación en los ecosistemas. A pesar de que con anterioridad, la extracción de estas especies no se consideraba importante, su disminución en la naturaleza comenzó a ser motivo de preocupación.
Se debe destacar que el tiempo de vida del heno y el musgo en los hogares, es de tan solo dos semanas, mientras que en los bosques demora un aproximado de siete años en alcanzar un tamaño considerable.
¿De dónde se obtiene el heno y el musgo?
El hábitat principal de este tipo de plantas son los bosques de pino, encino y oyamel, que se ubican en alturas superiores a los 2 mil metros. A pesar de que estos ecosistemas se distribuyen en distintas regiones del territorio nacional, la zona centro del país, donde se ubican el Estado de México, Ciudad de México, Puebla y Morelos, son regiones ampliamente explotadas.
¿Cuál es la pena por extraer y comercializar heno y musgo?
Debido a que el heno y el musgo son recursos naturales protegidos por la Norma Oficial Mexicana NOM-059-Semarnat-2010, quien incurra en esta actividad ilícita será acreedor de penas que irán de uno a nueve años de prisión, y de 300 a tres mil días de multa.
¿Cómo suplir al heno y al musgo en el nacimiento?
El heno y el musgo dan un toque único al nacimiento, sin embargo, existen otras alternativas que no tienen una afectación para el medio ambiente. Las rocas y la tierra, que pueden adquirirse en viveros, funcionan bien, así como el papel cortado en tiras y el aserrín, elementos económicos, que pueden utilizarse sin mayor complicación.