Luego de 15 años de no saber nada de sus familiares, el señor Tomás Galaz Tinah tuvo ayer un emotivo reencuentro con sus hermanas Teresita de Jesús y Juanita, quienes se lo llevaron a Cancún en donde vive el hijo de este hombre, quien por mucho tiempo pensó había perdido a su familia para siempre.
Don Tomás pidió ayuda en días pasados a través de redes sociales para poder encontrar un lugar donde vivir. Una entrevista que se viralizó mostró a este hombre relatar parte de su vida en el campo, trabajando como vaquero en varios ranchos, pero poco a poco fue alejándose de su familia, hasta perder contacto por completo. De eso ya pasaron 15 años.
A lo largo de este tiempo, el septuagenario siguió laborando en lo que pudiera, pero en años recientes, por su edad y por su condición de salud, ya no encontraba quien lo contratara y simplemente deambulaba y dormía donde lo agarrara la noche.
Hace poco tiempo, trabajadores de una empresa gasera que conocieron su situación le brindaron apoyo, ofreciéndole una bodega para que pudiera dormir ahí y no sufrir las inclemencias del tiempo. Incluso, el gerente del lugar lo apoyaba económicamente.
La fundación Tsimin Kah conoció su caso y acudió a él, y se le intentó colocar en algún albergue o asilo, pero no se le recibió en ninguno pues estaban con sobrecupo. Fue entonces que se decidió pedir el apoyo de la población a través de redes sociales para ver si alguien podía apoyar al adulto mayor.
Ocurrió entonces un milagro, pues en Cancún, Samuel Galaz, hijo de don Tomás, vio el video de la entrevista a su padre y se puso en contacto con gente de la gasera y de la fundación explicando que tenía 15 años sin saber nada de su papá. Además, habló con sus tías Teresita y Juanita, quienes viven en Panabá, y ayer éstas fueron a buscar al señor, dándose un emotivo encuentro familiar que conmovió a todos los presentes.
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Quienes atestiguaron el reencuentro afirmaban que se trató de un milagro de Navidad, pero no sólo quedó en la reunión de hermanos, sino que además fue subido a una camioneta que lo llevó a Cancún para reunirse con su hijo, quien dijo que se haría cargo de él.
Teresita y Juanita agradecieron las atenciones que le brindó el personal de la empresa gasera a su hermano, así como al presidente de la fundación Tsimin Kah, lo mismo que a los medios de comunicación que dieron a conocer este caso que tuvo un final feliz.