Las ruinas de Aké abrieron con normalidad, luego de que un incendio alcanzó a la zona arqueológica, 24 horas antes: los vestigios no sufrieron daños de consecuencia y los visitantes pudieron acceder al lugar sin problema alguno.
“Lo que se quemó fue el área del fondo y el fuego llegó a la parte de atrás de las ruinas”, explicó el personal del lugar, que aclaró que las afectaciones se dieron en “una zona no trabajada” y que los visitantes no acostumbran recorrer.
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Las ruinas son básicamente tres enormes edificaciones mayas, entre las que resalta la estructura de Las Pilastras; están separadas por una amplia explanada llamada la Gran Plaza, que sufrió un pequeño daño por el fuego, ya que una parte del césped seco quedó negro.
Se informó que elementos del Centro Yucatán del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) acudieron temprano para constatar los posibles daños, aunque no se dieron más detalles al respecto.
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Por lo pronto, varias familias recorrieron y pudieron subir a las ruinas; es el caso de los integrantes de la familia Tirado Espinoza, de Nayarit, que contó que estaban recién llegados a Yucatán y que tenían planeado visitar también Izamal y que quizá irían a otras zonas arqueológicas, como Chichén Itzá, durante su estadía.
Curiosamente, también una familia del mencionado Pueblo Mágico estuvo ayer en Aké: los López Madera por fin disfrutaron del parador turístico, y compartieron que el domingo no pudieron entrar por el incendio. “Se podía ver el humo desde lejos”, indicaron los izamaleños.
De acuerdo al reporte, se retiraron a 35 personas al momento del siniestro, que comenzó en la mañana y fue apaciguado hasta la tarde.
En tanto, una unidad de 20 elementos de la Guardia Nacional (GN) y de Protección Civil Yucatán (Procivy), que apoya en la temporada de quemas, se trasladó a Aké para constatar que el fuego no se hubiera reavivado. Llegaron poco después del mediodía. Inspeccionaron la zona, apagando pequeños montículos y recorrieron unos 500 metros detrás de las ruinas, donde montaron guardia ante otro incendio.
Finalmente, llegó la unidad de Procivy de la base de Tixkokob para apagarlo e intercambiaron información de lo que acontecía y cómo podían colaborar por los insistentes brotes de llamas.
El líder de la unidad explicó que la Guardia Nacional implementa el Plan GN-A, operativo de asistencia en casos de emergencia, como pueden ser incendios o algún tipo de desastre, que, en el caso de Yucatán, están relacionados con los fenómenos atmosféricos.
Indicó que, al detectar el humo en la lejanía, se dirigieron a la zona y examinaron la situación para determinar si era necesaria su intervención. Con la llegada de la brigada de Procivy no fue necesaria en ese punto, pero se les comunicó que su presencia sería de ayuda en los caminos y zona cercana a Cacalchén.
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