Progreso está inmerso dentro de la cultura coreana debido a que hace 119 años llegó la primera embarcación a México con decenas de migrantes.
Este 2024, se celebró dicho acto con un festival que incluyó anécdotas, relatos históricos, música y hasta gastronomía del país situado del otro lado del mundo.
Para llevar a cabo tanto el protocolo como el resto de los números que se prepararon, se tomó como punto la placa situada a la entrada del “muelle de chocolate”. Esta distinción se colocó en el año 2022 para sellar la unión entre México y Corea.
En el evento estuvieron presentes autoridades municipales así como también el presidente descendiente de coreanos en México y Cuba, Ulises Park Lee quien relató que hace 119 años llegaron en un barco mercante, un grupo de coreanos mismo que atracó en un muelle de madera con el que se contaba en aquel entonces.
“Varios de esos coreanos, llegaron en precarias condiciones. Con calor y hambre. Algunos de ellos fallecieron por inanición o enfermedad. Los que lograron sobrevivir se establecieron en diversas partes del estado, principalmente aquí, en Progreso” dijo.
Posteriormente, se llevó a cabo una serie de actividades, donde destacó la participación de la presencia del chef internacional Erick Kang que preparó un Bibimbap gigante. Dicho platillo es tradicional en Corea del Sur y es disfrutado hoy en día a nivel internacional.
También se contó con la presencia de Byung-Sun Kim, comediante que a través de las redes sociales ha ganado múltiples seguidores. Quienes lo reconocieron, no perdieron tiempo para tomarse la fotografía del recuerdo y convivir con esta figura de las risas.
Además, se contó con la presencia de la jovencita de 17 años de edad, Katya Corea Canul, quien interpretó la canción tradicional "Arirang", la cual desató lágrimas de nostalgia en algunos de los presentes. Otra canción sumamente aplaudida fue "Mi amor" del cantante asiático Yong Ri Soo.
De acuerdo a información del maestro y cronista progreseño, Pedro Bermúdez Solís, fue el 14 de mayo cuando 1,014 coreanos se embarcaron desde el puerto de Chemulpo, Hicheon.
Cabe mencionar que el motivo, era para trabajar con el henequén de Yucatán. Durante casi 50 días, la delegación coreana navegó hasta atracar en el puerto de Salina Cruz, Oaxaca. Posteriormente, se trasladaron en tren rumbo a Coatzacoalcos y nuevamente emprendieron camino en altamar para llegar a Progreso.
Hoy en día, varios descendientes viven en el estado y siguen profesando tradiciones del país de sus raíce. La ciudadanía yucateca ha adoptado la cultura coreana por medio de distintas actividades. En la ciudad de Mérida se cuenta incluso con un museo de la migración coreana.
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GC
