Aquilino Caamal Chan de Tekax tuvo que abandonar los estudios de pequeño para dedicarse al campo, labor que agradece, ya que le permitió sacar adelante a sus dos hijas, quienes lo motivaron a que concluyera sus estudios de educación básica, y ahora, con 77 años, recibió sus certificados de primaria y secundaria.
Oriundo de la comisaría de Kinil, don Aquilino se siente orgulloso, “con base de esfuerzo y dedicación pude por fin finalizar los estudios de nivel básico”.
Con voz pausada, recordó: "Por el trabajo de campo que he realizado desde niño, me impidieron que termine mis estudios. Inicie la escuela, pero las carencias hicieron que la dejara y así poder trabajar en el campo, el cual ha sido uno de los sustentos que me ha ayudado a sacar adelante a mi familia".
Sentado a la puerta de su casa, levanta los ojos y agradece haber concluido uno de sus objetivos en la vida. “Al llegar a esta la edad, mi sueño era terminar la primaria y secundaria, ya cumplí con darles educación y profesión a mis dos hijas para brindarles un futuro mejor”, reconoció.
Aquilino agradece a sus dos hijas, Norma y Rebeca Caamal, por motivarlo a que estudiara. “Las clases y cursos eran en línea, por lo que durante este tiempo que duró el programa mis me apoyaron incondicionalmente”.
También agradece a Secretaría de Educación del Gobierno de Yucatán (Segey), ya que cuando necesitaba presentar algún examen, personal de la dependencia acudía hasta la comunidad para realizarlo.
Así pasó el tiempo y por fin terminaron las clases con el examen final, por lo que en días pasados las autoridades educativas le hicieron entrega de su certificado de primaria y secundaria, documento que valida ese gran esfuerzo.
El evento de entrega de certificados se realizó en el Centro de Convenciones Ricardo Palmerín de este municipio, donde también otras personas adultas mayores fueron acreedoras a sus respectivos certificados, lo que le dio mucho gusto a don Aquilino saber que no era el único.
Sus hijas Norma y Rebeca dijeron sentirse orgullosas de que su papá, a pesar de la edad y las circunstancias, haya logrado terminar sus estudios básicos y agradecieron al programa de Educación para Adultos de la Segey el hacer realidad la ilusión de los adultos mayores.
“Nuestro papá es un ejemplo de que cualquier persona puede superarse, la edad no es un impedimento para hacerlo. Ahora él se encuentra feliz por este logro en su vida”, apuntaron.
GC