Luego del colapso de una ceiba en la comisaría de Xocén en Valladolid, con lo cual surgió un nuevo cenote, un grupo de expertos se ha adentrado en la caverna para conocer más a detalle sobre este nuevo ojo de agua que surgió en medio de la comunidad.
El espeleólogo Erick Sosa realizó una exploración en el nuevo cenote de Xocén para conocer los datos que ayuden a estudiarlo y descubrir la razón del desplome que provocó un socavón.
Mediante redes sociales comentó que el cenote es de tipo semiabierto de caída libre y tiene dos accesos, uno directamente al cuerpo de agua, con una altura de 15 metros, y la otra de una porción de tierra de seis metros de alto.
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En la sección más amplia tiene un espejo de agua que mide 38 metros de diámetro, con una profundidad mínima de un metro, y en la zona Sur la profundidad máxima es 23 metros y de 26 en la zona Norte.
Detalló que el cenote es una cavidad de techo delgado en forma de bóveda con estratificación horizontal alternando estratos de caliza con algunos estratos de menor dureza al perecer debido al contenido de arcilla.
El techo presenta una serie de fracturas y está atravesado por raíces de plantas que debilitan su estructura. La morfología del techo está determinada por la estratificación horizontal que colapsa en forma de bloques y se amplía progresivamente.
Este comportamiento es típico de los cenotes de la región, cuyo crecimiento ocurre desde abajo hacia arriba y crece a expensas del colapso de los estratos hasta topar con la superficie.
El cenote en particular presenta características geológicas que permiten su clasificación en un punto intermedio entre una dolina de colapso y una dolina de “caprock”. Esta clasificación se debe a los estratos menos cohesivos que se observaron.
GC