Con la llegada de las celebraciones del 15 de septiembre y las fiestas patrias, autoridades y expertos han emitido una alerta sobre el consumo de bebidas alcohólicas adulteradas, un problema que afecta a diversas zonas del país y que podría poner en riesgo la salud de miles de personas. Durante estos festejos, el incremento en la demanda de bebidas como cerveza, tequila, mezcal y whisky ha derivado en la proliferación de productos de dudosa procedencia que se venden en vinaterías, mercados públicos, tianguis e incluso en algunos bares.
El presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), Cuauhtémoc Rivera, destacó que se estima que entre el 40 y el 50 por ciento de las bebidas consumidas durante estas fechas podrían estar adulteradas o ser de contrabando. Esto significa que aproximadamente ocho de cada 20 botellas disponibles en estas fiestas podrían haber sido manipuladas, lo que representa un grave riesgo para quienes las ingieren.
En Yucatán, el consumo de bebidas adulteradas ha sido un problema recurrente. Durante el 2020 se registraron 20 muertes por la ingesta de este tipo de bebidas en localidades como Mérida, Chuburná, Acanceh y Progreso. La Secretaría de Salud de Yucatán (SSY) también reportó más de 2 mil casos de intoxicación en el mismo año. Aunque para el 2022 el número de casos disminuyó a 417, ubicando a la entidad entre las 12 con menor incidencia de reportes en el país, la preocupación por el consumo de alcohol adulterado sigue vigente.
Los expertos insisten en la necesidad de ser cautelosos al momento de adquirir bebidas alcohólicas, especialmente en puntos de venta no regulados o donde los precios sean sospechosamente bajos. Según Rivera, “nadie te vende una bebida original a 20 o 30 por ciento de su precio real”, lo que indica que, si el costo es demasiado bajo, es probable que se trate de un producto adulterado.
El uso de etiquetas falsas, marbetes alterados y sellos que simulan la autenticidad de las botellas son algunas de las prácticas comunes para falsificar bebidas alcohólicas. En algunos casos, los productos se adulteran con alcohol etílico al 99 por ciento, un componente utilizado para desinfectar superficies, lo que puede resultar letal cuando se ingiere.
Otro foco de riesgo, según la Anpec, son las fiestas con barra libre y los bares que ofrecen consumo ilimitado, especialmente en eventos dirigidos a jóvenes. En estos lugares, las bebidas adulteradas suelen pasar desapercibidas, ya que nadie fiscaliza la calidad ni la procedencia del alcohol servido. La mezcla de productos de baja calidad o adulterados con la alta ingesta de alcohol en este tipo de eventos puede llevar a casos graves de intoxicación.
JGH
