Hace 22 años, el 22 de septiembre de 2002, el Huracán Isidoro ingresó a Yucatán, siendo el que causó cuantiosos daños materiales durante su paso, siendo considerado uno de los más destructivos que han azotado a la Península.
Su ingreso fue como Huracán categoría 3, donde sus primeros efectos comenzaron en El Cuyo, Tizimín, desplazándose a 11 km/h, alcanzando fuertes vientos con rachas de entre 185 a 225 km/h.
El oleaje en la costa yucateca alcanzó los 4 metros de altura y muchos árboles y estructuras no soportaron las embestidas del temporal.
Se estima que el paso de Isidoro dejó poco más de 500 mil damnificados en el estado, ya que sus efectos causaron estragos durante 36 horas en territorio yucateco.
De acuerdo a un informe publicado por el Gobierno del Estado, fueron evacuadas 68 mil personas de la costa yucateca, ante el peligro que representaba el meteoro. Este fue el operativo de movilización poblacional más grande en la historia del estado: 34 mil 400 se pusieron en resguardo y 33 mil 900 se evacuaron.
De igual forma, fueron habilitados 861 albergues y refugios temporales a lo largo de todo el territorio yucateco, donde se dio asilo a 7 mil 700 personas que habían perdido su vivienda.
Entre los damnificados a causa de Isidoro, se entregaron un 1 millón 153 mil despensas. De estas, el gobierno del Estado distribuyó 653 mil y diferentes organizaciones sociales 500 mil 100.
En cuanto a las repercusiones económicas, se estimaron pérdidas por más de 5 mil millones de pesos, de los cuales mil 670 correspondieron al sector agropecuario, 3 mil 143 al sector industrial y comercial y 400 al sector eléctrico.
Otro sector que fue castigado por el meteoro fue la educación, pues se dañaron mil 500 edificios educativos, lo que obligó la suspensión de las clases del nivel básico, medio y medio superior, por lo menos durante tres días.
Las clases se reanudaron con prontitud en casi todos los planteles, pero la inactividad se prolongó por dos semanas sólo en el 5 por ciento de las mil 419 escuelas de educación básica afectadas, en algunos casos porque sufrieron daños muy 25 severos o por la suspensión de servicios básicos, y en otros, porque fueron utilizadas como albergues.