En Yucatán hay al menos 292 especies que están bajo alguna categoría de riesgo, problema que se agrava si se considera que alrededor de 12 fueron agregadas a la lista roja de animales en peligro de extinción, cuatro de ellas acuáticas que habitan en este puerto, reveló la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
La dependencia presentó un listado de especies en riesgo, ya sea en peligro de extinción, amenazadas o sujetas a protección especial, las cuales han sido afectadas debido a impactos provocados por las actividades urbanas, como la destrucción de las selvas y la caza ilegal.
Lo alarmante es que agregó 12 animales en peligro de extinción, de los cuales cuatro habitan en Progreso. Uno de ellos es endémico del puerto, lo que significa que no existe en otro lugar. Se trata del pez sapo reticulado, del que las autoridades mantienen el registro de sólo seis ejemplares, por lo que se considera que es el más propenso a desaparecer en los próximos años. Su forma grande y con algunas manchas le permiten camuflagearse por la noche, para evitar ser capturado. Es similar al pez diablo y aunque no es legal ni recomendado para consumo, existen restauranteros y comerciantes que lo pescan para venta en alimentos.
Otro es el pez plateadito, que solamente se encuentra en cinco lugares: Progreso, Río Lagartos, Yalahau, Celestún y Chelem. La urbanización también ha acelerado la extinción de esta diminuta especie, por la contaminación de sus aguas.
Además, la contaminación proveniente de zonas urbanas de los alrededores mantiene en riesgo a esta especie debido a la disminución acelerada del hábitat como de los pastos marinos.
Asimismo, se encuentra la tortuga verde que anida en las playas de este puerto y cuyos huevos son buscados para consumo humano. También son amenazadas por captura accidental en redes de pesca, destrucción de zonas de anidamiento y contaminación de mares. Su amigable y enorme apariencia les permite a los cazadores capturarlas, principalmente en horarios nocturnos. Así como la sardinilla yucateca, que algunos pescadores usan como carnada.
Las otras especies en peligro de extinción son el mono aullador de Yucatán, la tortuga lora, el tiburón de morro negro, el caballito de mar manchado y la iguana yucateca de cola espinosa
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Asimismo, entre las 292 especies en riesgo, la Conanp hizo énfasis en el pavo de monte, mismo que incluso está enlistado en la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como casi amenazado. Las causas que lo han puesto en riesgo tienen que ver con caza para consumo humano, comercio y matanza por la inadecuada práctica deportiva.
Bajo alguna categoría de protección se encuentra el cocodrilo de pantano, ya que hasta hace unos años estaba casi en riesgo debido a la alta caza furtiva de la que era objeto.
Una especie más distintiva de la región es la matraca yucateca y esta se ha visto afectada porque su hábitat ha sido deteriorado de manera directa con la tala de matorrales y de manglares, de acuerdo con los registros de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). De la misma manera, el pato real mexicano está siendo perjudicado por la afectación a manglares en la zona.
La Conanp apuntó que a pesar de que Yucatán es una de las zonas con mayor riqueza biológica en el país, tanto terrestre como marítima, las Áreas Naturales Protegidas (ANP) son de los pocos recursos que le quedan a la entidad para la protección de especies de flora y fauna, ya que a través de los programas de manejo se impide que sean afectadas.
Pese a lo que se logra proteger dentro de las ANP, de manera externa a ellas, las especies sí han sido afectadas debido a impactos provocados por las actividades urbanas, ya sea como la destrucción de las selvas, así como la caza ilegal.
GC