A pesar de su edad avanzada, son muchos los adultos mayores que luchan diario por ganarse el sustento, ya sea en establecimientos comerciales del Centro de Motul o en sus parcelas.
Según comentaron, la creciente alza en los precios de la canasta básica ha hecho que sus pensiones ya no sean suficientes para cubrir sus necesidades básicas.
Algunos viven con sus parejas, otros con familiares o en la soledad, pero todos enfrentan el mismo desafío: cómo hacer frente a los costos cada vez más altos de la vida diaria.
A sus 78 años, Gonzalo Basto es un ejemplo claro de esta realidad. A pesar de que aún cultiva una pequeña parcela para complementar su pensión, reconoce que el dinero ya no le rinde.
“Todo está caro y vivir sólo de la pensión no es suficiente, sobre todo si estás enfermo y necesitas de medicamentos”, comentó.
Su actividad agrícola, que realiza con esfuerzo y dedicación, le permite obtener algunos ingresos extra, que vende a comerciantes del mercado y tiendas locales.
Pero no todos los adultos mayores optan por trabajos agrícolas. Algunos, como Humberto, de 80 años, se ven en la necesidad de buscar otras fuentes de ingresos.
“Desde que me enfermé, no alcanza el dinero. De mí, también depende mi esposa”, señaló Humberto, que cada mañana sale a recolectar botellas PET y latas de aluminio para venderlas.
Su esposa, por su parte, se dedica a vender antojitos en su casa, lo que también ayuda a cubrir algunos de los gastos familiares.
“Pueden dar hasta 4 mil pesos de pensión, pero si no trabajamos, no alcanza. Hay que juntar unos pesos de más”, expresó.
La situación es todavía más difícil debido a que, en los últimos años, muchas empresas como las de abarrotes han optado por despedir a los adultos mayores o no contratarlos en absoluto.