En los últimos meses, Motul ha sido escenario de un aumento en los casos de extorsión a través de llamadas telefónicas y ligas enviadas por plataformas digitales. Esta situación ha generado alarma entre los motuleños, que han comenzado a hacer públicas sus experiencias con el fin de prevenir que más personas caigan en estos actos delictivos.
Según los testimonios de varios habitantes, los extorsionadores suelen dirigirse principalmente a personas vulnerables, especialmente a los adultos mayores, que, por su situación de aislamiento o desconocimiento, son más susceptibles de ceder ante los chantajes.
Estos criminales, en su mayoría, utilizan llamadas telefónicas desde números desconocidos, en las que se presentan como familiares secuestrados o como anunciantes de premios falsos. Los extorsionadores exigen, en ocasiones, grandes sumas de dinero bajo amenazas, lo que lleva a algunas personas a hacer pagos, sin verificar la veracidad de la información.
Cinthia Pacheco, pobladora, dijo que este tipo de amenazas ha estado presente en la comunidad durante varios años. La mayoría de las víctimas son adultos mayores.
“Hasta la fecha hay gente que extorsiona, pide dinero para salvar a algún pariente. La mayoría que suele caer es gente adulta mayor, pero si no tienen a nadie a su lado es cuando hacen los depósitos”, comentó Pacheco.
Román Argaez, otro residente de Motul, compartió una experiencia de un vecino que fue víctima de este tipo de extorsión.
Relató que su vecino, un adulto mayor, fue engañado por los extorsionadores quienes le pidieron una suma considerable de dinero para liberar a su hijo.
Aislado y sin consultarlo con ningún familiar, el hombre depositó 15 mil pesos, sólo para descubrir después que su hijo estaba sano y salvo.
Además de las llamadas telefónicas, los extorsionadores también recurren a las redes sociales para realizar sus fechorías.
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A través de ligas maliciosas enviadas por plataformas como Facebook, logran acceder a las cuentas de las víctimas y, tras suplantar su identidad, solicitan dinero a amigos y familiares.
Susana Chi, una joven de Motul, relató su propia experiencia al ser víctima de este tipo de robo. “Entraron a mi perfil y estaban pidiendo dinero, no era yo, seguían las conversaciones con las personas que tengo en el chat. Gracias a Dios nadie cayó, porque sabían que, si necesito algo, no lo pido de esa manera ni con la forma de cómo escribo”, explicó.
Ante este panorama, las autoridades han instado a la población a mantenerse alerta y a reportar estos incidentes. Los expertos recomiendan desconfiar de llamadas y mensajes no solicitados, además de evitar realizar pagos sin verificar la autenticidad de la solicitud.
Asimismo, es crucial que las víctimas presenten denuncias ante las autoridades para que se investigue y se identifique a los responsables.
