Mérida se ubica entre las cinco ciudades del país con mayor inflación en productos básicos, esto hasta la primera semana del mes en curso. Según el INEGI, algunos insumos de la canasta básica han tenido incrementos de hasta el 26 por ciento en lo que va del año, afectando directamente a los consumidores locales.
Entre los productos con mayores aumentos destacan electricidad, frutas, verduras, alimentos en general, rentas domiciliarias y servicios como restaurantes, transporte y turismo. Además, el fin del subsidio de tarifas eléctricas de verano en 11 ciudades, incluida Mérida, contribuyó a un alza de 2.41 por ciento en energéticos y tarifas reguladas a tasa quincenal.
El alza de precios en productos de primera necesidad y servicios sigue marcando una alta inflación en noviembre, alcanzando un 7.64 por ciento anual, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Este incremento amenaza con cerrar el año con una depreciación del salario de hasta el 19 por ciento, lo que agudiza la presión sobre los ingresos de los trabajadores, especialmente de aquellos con los salarios más bajos.
Según el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), correspondiente a la primera quincena de noviembre, a nivel nacional, el índice de precios subyacente, que excluye los productos más volátiles, subió 0.04 quincenal y 3.58 por ciento anual. Por su parte, el índice no subyacente, que incluye agropecuarios, energéticos y tarifas gubernamentales, registró un alza de 1.44 quincenal y 7.64 por ciento anual, superando las previsiones gubernamentales de 3.4 por ciento.
El INPC detalla que los precios de los productos agropecuarios subieron un 0.25 por ciento quincenal, mientras que la gasolina, combustibles y refacciones para automóviles también registraron alzas moderadas, complicando aún más el panorama para los hogares.
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Aunque el salario mínimo aumentó un 12 por ciento este año, la pérdida del poder adquisitivo amenaza con superar ese porcentaje, limitando la capacidad de consumo, particularmente en alimentos y bienes esenciales.
El constante incremento en los precios de insumos básicos, combinado con la depreciación salarial, proyecta un cierre de año desafiante para las familias mexicanas. Ante este panorama, expertos subrayan la urgencia de medidas que frenen la escalada inflacionaria y protejan a los sectores más vulnerables de la población.