La Unidad de Protección Animal (UPA), que forma parte de la Unidad de Medio Ambiente y Bienestar Animal del Ayuntamiento de Mérida, reporta un alarmante incremento en los casos de maltrato animal: atiende cerca de 300 denuncias mensuales a través de sus unidades móviles.
Raúl Escalante, biólogo y director de la UPA, informó que la zona Poniente de la ciudad se ha convertido en un foco rojo por la alta concentración de estos incidentes.
Ante este problema, la UPA ha puesto en marcha acciones más estrictas en cumplimiento del protocolo que establece el municipio. Escalante explicó que, una vez realizado el operativo, se otorgan 15 días a los infractores para que modifiquen las conductas abusivas y ajusten sus prácticas a la normativa de tenencia responsable. Si no se cumplen los requerimientos, la UPA inicia un proceso sancionador, que puede incluir multas que en casos recientes han alcanzado hasta 11 mil pesos.
Adicionalmente, los animales en situación de maltrato son retirados de sus hogares y puestos en adopción a través del Centro de Atención Animal. Desde la apertura de esta oficina, se han aplicado 18 sanciones de esta naturaleza, según las cifras más recientes.
Uno de los principales factores detrás de los abusos hacia los animales es el desconocimiento generalizado del Reglamento de Fauna, sumado a ciertas prácticas culturales arraigadas, como mantener a los animales en condiciones inadecuadas. Entre los casos más frecuentes destacan los de animales atados en espacios sin techo ni sombra, la falta de alimento y agua, y los graves cuadros de desnutrición y deshidratación que sufren muchas mascotas, lo que afecta gravemente su salud.
El biólogo Escalante destacó que el principal desafío de la UPA es lograr un cambio cultural en la población para erradicar estas prácticas que han sido normalizadas durante años. Sin embargo, reconoció que el apoyo ciudadano ha sido fundamental para el avance en la concientización y la resolución de los casos reportados, lo que demuestra que, con educación, es posible transformar las actitudes hacia el bienestar animal.
Aunque los reportes más comunes están relacionados con perros y gatos, especies mayormente adoptadas como mascotas, también se han recibido denuncias de maltrato hacia otros animales, como caballos y especies de traspatio, lo que resalta la amplitud del problema.
El director insistió en que el mayor desafío que enfrentan es educar a la población para que adopten la normativa y se alejen de las malas prácticas que, por muchos años, se normalizaron dentro del estado. No obstante, destacó que la ciudadanía ha sido muy insistente en dar seguimiento a estos casos y dar atención a los animales, lo que demuestra que el cambio a través de la concientización es posible.