En total 16 casos de extravíos de mascotas llegaron al Centro Municipal de Atención Animal (Cemaa) durante las fiestas decembrinas debido al uso de pirotecnia, informó Raúl Escalante, director de la Unidad de Protección Animal (UPA).
Los reportes que recibió la UPA durante las fiestas decembrinas fueron por dueños que se acercaron en un intento de localizar a sus mascotas extraviadas. Asimismo, la unidad recibió a dos caninos que entregaron ciudadanos que los encontraron deambulando por las calles los últimos días de diciembre.
El director de la unidad explicó en entrevista que el aumento en los reportes de desaparición en las últimas semanas se debe al uso de pirotecnia, especialmente durante la celebración de Nochevieja, el 31 de diciembre.
Los fuegos artificiales, comenta, pueden causar episodios de estrés que provoquen la huida de los peludos. Lamentablemente, también apuntó que 14 personas que acudieron no encontraron a sus mascotas bajo resguardo en las instalaciones del Cemaa, por lo que no se sabe si los animales de compañía regresaron a sus hogares.
En este sentido, mencionó que la Unidad ya se encuentra trabajando para ampliar su capacidad durante el 2025. Uno de los primeros objetivos será la integración de una nueva brigada de rescate, que permita extender los horarios de servicio durante las mañanas y tardes, ofreciendo así una mayor cobertura. Para conseguir esto planean nuevas capacitaciones para mantener actualizado a todo el personal en el tratamiento y manejo de animales.
Otro punto destacado es la integración del juez especializado de la UPA, quien ya estará presente en las instalaciones del Cemaa para agilizar el seguimiento de los procesos, en especial las denuncias por maltrato. Asimismo, se espera una mayor colaboración con la Fiscalía en el seguimiento de casos puntuales.
Como cierre, reveló que ya se está trabajando en instaurar una línea de atención directa para la UPA. Con esta medida, esperan que la atención a la ciudadanía sea más rápida y eficiente, sobre todo en la atención de casos donde un animal de compañía se encuentre en malas condiciones.