CAMPECHE, Campeche.- Rafael Martin Pérez Can actualmente se encuentra sumergido en problemas legales, médicos y económicos, esto después que un presunto familiar de Renato Sales Heredia chocó contra su unidad sobre la carretera federal Campeche-Hopelchen en el año 2018, donde por el influyentismo descarado lo responsabilizaron del accidente, y de víctima pasó a ser culpable.
En voz del afectado, de 52 años, el hecho ocurrió la tarde del 15 de agosto del 2018, cuando era empleado de la empresa “Sensicom”, y estaba comisionado en una gasolinera del poblado Chencolli.
Todo transcurría con normalidad en ese momento, y el ahora quincuagenario se trasladaba en un Nissan Tsuru propiedad de la compañía en la que laboraba. Al estar a pocos minutos de su destino, su carril fue invadido por una camioneta GMC modelo Canyon, y los involucrados no pudieron evitar el accidente.
Influencias en el Gobierno
A consecuencia del impacto, el denunciante resultó con fracturas en tibia, clavícula y calcáneo; las lesiones lo dejaron internado 28 días en el hospital y ocho meses postrado en una silla de ruedas, mientras la responsable del accidente, Hermelinda Rosado Méndez, uso todas sus influencias para culparlo del accidente.
Trascendió que la primera irregularidad fue que el elemento federal que abanderó el accidente, “revolvió” la posición de los automóviles, para tacharlo como el responsable de invadir el carril, aunque las fotografías indican lo contrario.
A pesar de esto, la familia de la esposa de Rosado Méndez hizo uso de “sucias artimañas” para demandar al lesionado, y exigir la reparación del daño por un monto de 250 mil pesos, producto de supuestas afectaciones que tuvo la camioneta; sin embargo las irregularidades no cesaron.
Después, el abogado que defendía a Rafael Martin, presuntamentehabría sido sobornado por la influyente familia, decidió renunciar al caso, y lo dejó sin protección legal.
Por su parte, Rafael Martin Pérez Can teme por su situación financiera, ya que hasta el momento ha gastado más de 100 mil pesos en clínicas, mientras las presiones por parte de la “influyente familia” continúan al grado de tener una orden de aprensión por una audiencia de la que nunca fue avisado, hecho que por el que está amparado.
A pesar de sus graves lesiones y el enorme gasto monetario, el seguro le “facilitó” una pensión de sólo 518 pesos, por lo que el denunciante dice sentirse solo e indefenso, y que nuevamente la justicia sólo beneficia a la clase “elite”, mientras que el resto de los ciudadanos tienen que acostumbrarse a los ataques sin poder defenderse.
(Texto: Dismar Herrera)