Algunos son auténticas y peligrosas trampas
Las lluvias de los últimos días han provocado innumerables baches de todos tamaños y profundidades, no sólo en calles y avenidas de la ciudad, sino también en las comisarías. Algunos son auténticas y peligrosas trampas.
Don Alejandro Valdivia cree que la situación se agravará porque la temporada de lluvias y de huracanes apenas inicia.
“Si esto ocurre al principio de las lluvias y de los huracanes, imagínense en dos o tres semanas más, porque si sigue lloviendo así de fuerte las cosas serán más graves; ya ven que el agua rompe todo y en este caso lo está haciendo con el pavimento”, dijo.
Muchos baches están bajo enormes charcos, por lo que los conductores de vehículos y motos no pueden verlos y evitarlos.
“A veces no se ven los baches pero sí alcanzas a sentir cuando en tu auto pasas sobre ellos e incluso puedes saber si son pequeños o más grandes, como el que se encuentra sobre la calle 62 por 73, exactamente a la altura de la entrada principal de la Alianza de Camioneros; es tan profundo que no se ve, pero cuando pasas encima hasta la parte baja de un automóvil pega, aunque creo que las autoridades no lo han reparado porque el agua en esta parte de la ciudad rebasa los 30 centímetros de alto y no baja porque está lloviendo todos los días”, añadió.
En algunos casos los mismos vecinos, para evitar que los automovilistas caigan en estas trampas, como buenos samaritanos han colocado llantas, conos, sillas, sogas con prendas de vestir, etc. Por ejemplo, en la calle 50 por 75, 77 por 58 y en la avenida Itzaes por 73.
En la avenida Juan Pablo II por 94 de la colonia Mulsay, cuando los automóviles caen al profundo bache, provocan olas que lanzan el agua sobre los peatones o bien la empujan a las casas.
En la avenida 2000, entre la avenida Canek y las inmediaciones de Plaza Las Américas hay un gran número de baches, lo mismo que en las comisarías de Caucel y Dzununcán.
(José Luis Díaz Pérez)