Este martes, un adulto mayor sobrevivió por milagro luego de haber sido arrollado por un repartidor de comida en el centro del puerto de Progreso esto a causa de que se asomó en sentido opuesto mientras manejaba bicicleta en una de las calles más concurridas del municipio.
Los hechos sucedieron alrededor de las cinco de la tarde cuando el joven David Carrera García se encontraba en medio de su jornada laboral como repartidor a bordo de una motocicleta Italika. Específicamente el veinteañero estaba manejando rumbo al poniente del puerto, a través de la calle 31 y a velocidad alta debido a las prisas de llegar a tiempo a sus respectivos destinos.
Justamente en la calle 72 salió al paso el abuelito Martin Esquivel de 77 años de edad, quien en busca de un atajo manejaba pegado a la banqueta del costado derecho de la calle, pero en sentido contrario, por lo que el encontronazo entre ambos vehículos fue inevitable justo en el punto de cruzamiento de las calles citadas.
El adulto mayor salió fuera de su asiento por lo menos tres metros rumbo al pavimento, protegiéndose con uno de sus codos, pero llevándose en el brazo derecho un corte, aunque no profundo, mientras que su bicicleta incluso terminó partida por la mitad, situación que le hizo a su dueño lamentarse, pues este es su medio de transporte.
Por otra parte, sorpresivamente quien se llevó los mayores daños fue el joven que manejaba la moto repartidora de comida, ya que terminó con una cortada en uno de los brazos que le dejó la piel visible, aparte de que uno de sus pies también terminó en mal estado. Aunado a ello, quedó con golpes en varias partes de su cuerpo.
Para fortuna de ambos, ningún camión o vehículo de dimensiones mayores se encontraba por la zona, ya que corrían el riesgo de que en esta avenida de la calle 31 sufrieran un segundo impacto ante el tránsito fluido que se presentó en la tarde del choque.
Las asistencias llegaron por vía de socorristas de la Cruz Roja, que colocaron parches y vendaje a las partes donde había cortes tanto para el motociclista de 27 años de edad como para el ciclista septuagenario, quien parecía centrar su dolor en su medio de transporte para su vida cotidiana.
Al lugar llegaron elementos de la dirección de Seguridad Pública y Tránsito junto con sus peritos, pues a causa de la falta de seguro del móvil no motorizado del abuelito, se arregló ahí mismo el problema, alejándose del lugar los involucrados en menos de media hora de pláticas para llegar a un trato.
Los accidentes siguen en el municipio con motociclistas involucrados, sobre todo en la zona del primer cuadro de la ciudad donde al igual que en la capital yucateca ha aumentado el tránsito vehicular debido a las compras navideñas.
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AA