Una trabajadora de conocida sucursal de una franquicia de tienda de aparatos electrónicos de Progreso, no pudo llegar a sus labores pertinentes, pues terminó debajo de un tráiler de enormes dimensiones y ameritó irse al hospital a bordo de una ambulancia.
La colisión se originó a tan solo una cuadra de la salida del muelle fiscal, cuando apenas salía rumbo a su ruta un camión de carga y descarga de material tipo balasto que sirve para rellenar las vías del proyecto de gobierno federal “Tren Maya”.
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Este era el paso peatonal del balneario de Yucalpetén en Progreso hace 55 años: FOTO
Fue en el cruzamiento de la calle 27 por 82 y 84 cuando Carolina Concepción Pérez Caballero de 40 años de edad acabó abajo del tráiler luego de tener contacto con su motocicleta Italika de color blanco y placas de circulación locales 37DMW3.
Las consecuencias resultaron ser contundentes, pues la mujer acabó con una contusión en el tobillo izquierdo, un corte en la parte del labio inferior y una crisis nerviosa que le originó la posición en la que se encontraba a pesar de que el operador del vehículo de mayor tamaño decidió frenar en su totalidad.
Fueron vecinos y trabajadores del rumbo quienes procedieron a otorgar ayuda a la mujer para pararse del pavimento caliente y avanzar unos metros a la banqueta para tranquilizarse mientras se esperaba la asistencia de paramédicos de la cruz roja y elementos de la dirección de seguridad pública y tránsito municipal.
Una vez que llegó la autoridad mencionada, la mujer se fue de manera urgente a bordo de la ambulancia rumbo a un nosocomio, pues el dolor crónico en la extremidad mencionada no cesaba y la desesperación aumentaba en la mujer motociclista.
Los reclamos por vía de quejosos que arremetieron contra el chofer del camión no faltaron; sin embargo, se mantuvo orden a cargo de los agentes policiacos en turno para que no se descontrole la situación, pues la molestia y el calor de la mañana pudieron desatar incluso una agresión física en el lugar.
En cuanto a los daños del vehículo de dos ruedas, los familiares de la agraviada se hicieron cargo junto con los superiores de su trabajo, mientras que el operador tuvo que esperar el respaldo de su empresa para llevar a cabo el proceso respectivo.
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GC