En Tizimín, durante un operativo conjunto, policías municipales y estatales lograron desmantelar un puesto de canicas ubicado en la Plaza Las Abuelitas, donde varios individuos estaban involucrados en un esquema de estafa.
Recientemente, dos familias reportaron haber sido despojadas de 5 mil pesos cada una, mientras que hace aproximadamente un mes, una mujer perdió 18 mil pesos en circunstancias similares.
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Los hechos se desarrollaron tras múltiples denuncias de ciudadanos que fueron víctimas de esta actividad delictiva. En el lugar se encontró una pareja proveniente de una comisaría, que fue abordada por los supuestos estafadores.
Ofrecían la posibilidad de ganar premios como pantallas de 60 pulgadas y dinero en efectivo, pero el truco consistía en que las víctimas debían adquirir créditos para aumentar sus posibilidades de ganar. Sin darse cuenta, las familias involucradas terminaron perdiendo grandes sumas de dinero.
A la llegada de las autoridades hicieron una verificación del puesto, donde la inspectora fiscal del Ayuntamiento constató que la operación no contaba con los permisos legales correspondientes. Como resultado, se les solicitó que se retiraran del lugar, lo que llevó al desmantelamiento del puesto de canicas.
En cuanto a los afectados, uno se marchó sin recuperar su dinero, mientras que otro logró que le devolvieran sólo 3 mil pesos y decidió no presentar cargos. Este tipo de puestos ya habían sido levantados en el pasado, ya que anteriormente operaban en la plaza de la tienda Soriana, y tras repetidos fraudes, no se les han otorgado permisos por parte de las autoridades.
Se informó a los estafadores que, al no haber quejas formales en su contra, se les permitiría irse, pero se les advirtió que si eran encontrados en otro lugar realizando actividades similares, se les decomisarían sus artículos y serían detenidos para ser presentados ante la Fiscalía General del Estado por los reportes de fraude en su contra.
Este incidente resalta la necesidad de mayor vigilancia en espacios públicos para proteger a los ciudadanos de fraudes y estafas. Las autoridades locales continúan instando a la población a reportar cualquier actividad sospechosa.