En un esfuerzo conjunto entre las autoridades de los tres órdenes de gobierno y la Coordinación Estatal de Protección Civil, se realizó un amplio operativo de seguridad contra la venta ilegal de artificios pirotécnicos en el estado. El operativo resultó en la incautación de más de 350 kilos de pirotecnia, que estaban almacenados en dos locales del Mercado San Benito, habilitados como bodegas.
Durante el operativo, los elementos de Protección Civil, junto con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Secretaría de Seguridad Pública, la Policía Municipal de Mérida y otras autoridades, lograron identificar y asegurar los puestos que contenían productos pirotécnicos.
Los artículos confiscados fueron trasladados de manera segura a varias camionetas oficiales para su destrucción. La operación se desarrolló gracias a la estrecha colaboración entre las autoridades y la ciudadanía. En particular, los reportes anónimos de ciudadanos que alertaron sobre la venta irregular de pirotecnia en diversos puntos de la ciudad fueron clave para identificar los sitios de riesgo.
La Coordinación Estatal de Protección Civil agradeció a la población por su participación activa en la denuncia de estos actos ilegales y reiteró la importancia de seguir contribuyendo a la seguridad pública.
El uso de pirotecnia, especialmente durante las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, es una tradición profundamente arraigada en muchas culturas. Sin embargo, su uso sin las medidas de seguridad adecuadas y su comercialización ilegal representan serios riesgos para la seguridad y la salud pública.
En este sentido, las autoridades han hecho un llamado urgente a la ciudadanía para evitar el uso de artificios pirotécnicos durante las festividades de fin de año, destacando los peligros asociados con el mal manejo de estos productos.
Las autoridades de Protección Civil de Yucatán también recordaron que la venta de pirotecnia debe estar regulada y contar con los permisos correspondientes ante el Registro Nacional de Armas (Renar) o entidades similares. Esto garantiza que los productos cumplen con los estándares de seguridad establecidos por las autoridades correspondientes.