Un lamentable incidente ocurrió en la Comandancia municipal de Bokobá, cuando una mujer policía, en su séptimo mes de embarazo, sufrió un aborto espontáneo mientras cumplía con su jornada laboral. El hecho movilizó a las autoridades estatales y al personal médico.
Según los reportes, la agente comenzó a sentir malestares durante su horario de trabajo y decidió acudir al baño del Palacio Municipal, donde ocurrió el aborto. Asustada por la situación, notificó a sus compañeros, quienes solicitaron el apoyo de paramédicos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
La mujer fue atendida de inmediato por los servicios de emergencia y trasladada en ambulancia al Hospital General Agustín O’Horán de Mérida para recibir atención médica especializada.
Mientras tanto, el producto del aborto permaneció en el baño, que fue acordonado por las autoridades locales para evitar la contaminación del área. Posteriormente, personal del Servicio Médico Forense (Semefo) acudió al lugar para realizar el levantamiento y traslado del producto a la morgue.
El incidente generó gran conmoción entre los pobladores, quienes inicialmente difundieron rumores sobre un posible fallecimiento en la cárcel pública. Incluso se involucró al vecino municipio de Cacalchén en las especulaciones. Sin embargo, las autoridades aclararon que se trató de un aborto espontáneo sufrido por la agente policial.
De acuerdo con declaraciones de la mujer, ya había presentado dolores en el vientre en días previos y solicitado descansar debido a su estado de gestación. Sin embargo, los dolores se intensificaron repentinamente, desencadenando el desafortunado episodio.
La presencia de oficiales de la Guardia Nacional en la zona tras el incidente reforzó las medidas de seguridad mientras se llevaban a cabo las diligencias correspondientes.
La situación ha puesto en evidencia la necesidad de garantizar condiciones laborales adecuadas y monitoreo médico constante para mujeres embarazadas que desempeñan labores de alto riesgo.