Por medio de drones ubicaron predios en proceso de tala y corte de selva baja en el ejido de Hopelchén, y como estaba previsto por emisarios del Gobierno Federal, se cumplieron las órdenes de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), por lo que se procedió al aseguramiento de los terrenos por parte de la Procuraduría Federal para Protección al Ambiente (Profepa), pues se prohíben las actividades de tala ilegal en estos lugares que se estima abarcan cerca de 25 hectáreas, mientras que sus propietarios serán citados por medio del comisario ejidal para que respondan por atentar contra el medio ambiente.
El primer predio que fue asegurado por el personal de Profepa y la Guardia Nacional en las cercanías de la zona urbana, a pocos metros de los terrenos de la Unidad Agrícola Industrial de la Mujer (UAIM), donde supuestamente el lugar pertenece a unas personas que conocen como “Los Trompos”.
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En ese lugar se nota el trabajo de la maquinaria pesada para tumbar vegetación, que al parecer era por parte de menonitas, que a pesar de estar prohibido el proceso de tala ilegal, continúan con esta actividad, pero el comisario ejidal Francisco Javier Chi Ramírez advirtió que serán penalizados quienes haya incurrido en este delito.
El siguiente predio asegurado se ubica en camino de la zona arqueológica de Xtampak, un lugar donde se cultiva arroz por manos menonitas de la colonia Santa Fe, quienes dijeron que se les venden el predio de 10 a 15 hectáreas, pero todavía no hay arreglo, mientras la Profepa puso sellos de clausura para evitar los trabajos de desmonte.
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Sin embargo, los menonitas argumentaron que nadie les avisó y tampoco estaban enterados de la suspensión de su destructora actividad, por lo que al llegar al lugar se percataron del sello federal, según comentaron por separado Abraham Hunger y Enrique Barch.
Cabe destacar que ambos predios fueron clausurados hace 10 días, dijeron los vecinos de terrenos cercanos quienes no aceptaron dar sus datos generales, y externaron que los dueños serán visitados por el comisario ejidal para buscar alternativas y evitar más deforestación de la selva de Hopelchén. Tampoco se aceptará la quema de carbón vegetal y para el siguiente año se erradicará el uso del glifosato.
Ambos menonitas dijeron que la zona donde sembraron el arroz se las alquilaron limpia, donde cosechan cuatro y media de toneladas por hectárea, a precio de cuatro mil 600 pesos la tonelada, aparte del rastrojo para ganado, por lo que ante estos números no están de acuerdo con el Gobierno Mexicano, y aseguran que no hacen daño al medio ambiente.
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CC