El exceso de consumo de productos envasados en empaques o platos de plástico en estos últimos dos años por la contingencia sanitaria, provocó que de 200 toneladas de basura que se recogía a diario antes de la pandemia, pasaron a 250 toneladas, 50 más que son consideradas desechos plásticos; basura que tarde en degradarse y que llega a los arroyos, lagunas y mares, tal como se puede observar en Arroyo Grande, que sirve de atracadero a las embarcaciones ribereñas, según indica la dirección de Servicios Públicos Municipales.
Esta basura afecta a las especies marinas que más tarde se sirven como alimento en las mesas de miles de familias carmelitas, señaló el presidente de la asociación del grupo ambientalista “Ecovigilantes del Ciudad del Carmen”, Miguel Benítez Heredia.
Expresó que los plásticos no sólo contaminan las costas, sino que también a toda la fauna marina; pues los animales se enredan en ellos y confunden los fragmentos más pequeños con comida, lo que puede provocar su intoxicación y acabar con su vida; sin embargo, debido a la cadena alimenticia, los seres humanos ingieren este material al consumir pescados y mariscos, aunque las consecuencias para su salud no están determinadas.
Señaló que la forma más efectiva de parar este problema y evitar que los plásticos se viertan en el océano, es hacer conciencia y tener la cultura de reciclaje, ya que los plásticos de un sólo uso, como cubiertos, botellas, bastoncillos de algodón o los filtros de los cigarros, son responsables del 50 por ciento de la contaminación marina.
Expresó que en Arroyo Grande, sitio que es atracadero de embarcaciones menores de pesca, se puede observar una cantidad de basura plástica que llega a ese lugar, proveniente de diversos puntos de la ciudad, desechos que fueron arrastrados por las corrientes de agua que se forman en las calles en temporada de lluvia y que van a las alcantarillas, el destino final son los arroyos y el mar.
Agregó que las condiciones del mar como, la luz y el oxígeno, hacen que este proceso de degradación de la basura plástica sea más lento que en la tierra; mientras tanto el plástico con la fuerza del agua y la vida marina se rompe y transformando en microplásticos, que afectan el ambiente y a la vida marina, y provoca la muerte mamíferos marinos, aves, y toda la especie de peces y crustáceos, alimentos que llegan a los hogares.
Añadió que actualmente el país y el mundo se encuentra en la era de los desechables y las bebidas embotelladas, y la Isla de Carmen es el principal consumidor de alimentos y bebidas que vienen en empaques y envases de plástico en estado de Campeche y quizás del país, la gran mayoría de esos envases que se usan en la industria son de material flexible y resistente, casi siempre transparente, al que llaman PET por su nombre en inglés (Polietilen tereftalato), y a pesar de las campañas en contra, porque no se recicla ni el 20% de lo que se genera, la basura plástica finaliza en rellenos sanitarios, calles, tiraderos a cielo abierto, playas, terrenos baldíos, ríos y mar.
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CC