Derrame en la Sonda de Campeche: Petroleros exhiben mentiras del Director de Pemex

El director general de Petróleos Mexicanos (PEMEX), Octavio Romero Oropeza, miente al señalar que el derrame de crudo en el campo Ek-Balam en la Sonda de Campeche no provocó daño al medio ambiente; es todo lo contrario, pues provocó daños importantes a la ecología del área porque se generó una explosión, no una fuga, y esta lo que provoca es que los pozos sigan produciendo, ya que el sistema de seguridad tampoco está en sus mejores condiciones y no actuaron como se debe para cerrar las válvulas.

No se pudo actuar para frenar el vertimiento del aceite en una superficie de más de 400 kilómetros cuadrados, precisó Pablo López Figueroa, secretario del Trabajo, Conflictos y Previsión Social del Comité Ejecutivo Nacional de la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros (UNTyPP).

Romero Oropeza, como director de PEMEX, después del bombardeo de medios nacionales sobre el derrame de hidrocarburos en la Sonda de Campeche, salió a informar que es un supuesto, sino que la red de ductos de los campos Ek Balam concluyeron su periodo de vida útil de 30 años, por lo que en forma preventiva se efectúa el cambio por una nueva red, a fin de eliminar definitivamente la posibilidad de fugas de aceite, y que los dos puntos de fuga en el ducto fueron pequeñas fisuras de siete centímetros de longitud por un milímetro de ancho y un poro de 1.2 centímetros de diámetro, por lo que el volumen de fuga fue mínimo y que la mancha de aceite estimada de 400 kilómetros cuadrados, es una estimación de mala fe.

Sin embargo, López Figueroa lo desmiente y asegura que sí existe dicho derrame y un daño ambiental por el derrame de crudo, “es muy difícil ver y escuchar las declaraciones de Octavio Romero Oropeza; lamentablemente, quisiera apoyarlo porque soy empleado de la paraestatal y me da pena luego nos hablen periodistas fuera de México y nos preguntan, y tristemente nosotros decimos la verdad: el director está muy lejos de tener validez en sus argumentos.

Explica que cuando hay una ruptura de un tubo no se puede comparar en magnitud con lo que pasó en Nohoch-Alfa, “cuando una ruptura acciona, dependiendo del tipo de magnitud, que digan que no fue catastrófica, que simple y sencillamente digan que se rompió una línea; se tiene que cerrar las válvulas de entrada y salida, dependiendo de la longitud  de la línea es la cantidad de derrame que hay lo demás no se pierde, es un término técnico que decimos es diferimiento de producción, lo que está empacado, es decir, lo que llenan las líneas tiene que salir”.

Por lo que hablando de la plataforma Ek-Balam y lo que dice el director Romero Oropeza, “puedo decir con mucha certeza, que el derrame causo un daño muy grande a la ecología porque fue una explosión, y la explosión provoca que los pozos sigan produciendo”.

Esto de los cambios de tubería y que es mínimo el derrame, “tristemente no es cierto porque los sistemas de seguridad no están funcionando adecuadamente, y eso lo sabemos por nuestros compañeros que están a bordo, dicen que no pudieron actuar, sino que tuvieron que hacer el cierre manual y eso no evita que el derrame se dé, no entiendo cuando el director, Romero Oropeza, dice que fue mínimo, solamente lo quieren minimizar, pero la verdad es un catastrófico al medio ambiente”, subraya.

Respecto a que se señala que son 476 kilómetros cuadrados en realidad no es muy grande, “pero el problema no es el tamaño de la mancha o la superficie, sino la cantidad de crudo derramado al mar; este es mayor a lo que dice el director de PEMEX, Octavio Romero Oropeza”.

“En ese sentido, PEMEX, en su inentendible boletín informa que el volumen reportado por los especialistas fue de 58 m3 (metros cúbicos, 365 barriles de petróleo), que afectó un área estimada de 0.06 km2 (kilómetros cuadrados) donde el espesor de la película de aceite se estima en un milímetro”.

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LV