Don Alfonso Pavón Dzib, de 87 años, aún prepara dulces de mazapán hecho con pepitas de calabaza molida a la que agregan otros ingredientes, dijo el creador del dulce originario de la comunidad de Pocboc, Hecelchakán quien con sus hijas prepara la venta de la semana.
Aseguró que lleva 30 años de preparar estos dulces junto con su familia, luego el producto lo lleva a Mérida o la capital de Campeche para ofertar en dulcerías, donde también consegue la materia prima, que es la pepita de calabaza.
“Hay veces que abunda y otras en que encarece, aunque en mi parcela sembré seis hectáreas de chihua, las cuales espero cosechar en el mes de septiembre, pero en caso de que no llueva entonces será difícil conseguir la materia prima, pues no habrá en ninguna parte”, comentó.
Noticia destacada
En Campeche, exconsejero del INE alerta sobre intervención del crimen organizado en proceso electoral
Noticia destacada
Comisión de Agua Potable requiere mil mdp para mejorar la distribución en Campeche
En cuando a los dulces, expuso que es un oficio que necesita de paciencia, pues se debe pelar la semilla, tratarla, secarla al sol, lavarla y molerla para hacerla masa, y entonces preparar los dulces.
“A la semana debemos entregar hasta 400 piezas, cada una se vende a siete pesos, pero ahora el kilo de pepita pelada en Mérida tiene un costo de 150 pesos, es costoso, pero también comprar en el pueblo cuesta hasta 50 pesos más por kilogramo y además hay que pelarla a mano, lo que también lleva su tiempo”, expuso.
Sin embargo, asentó que debido a la pandemia de COVID-19 este negocio tuvo una baja, además comentó que debido a su edad ya no puedo hacer tanto como antes.
“Viv solo, mis hijas llegan en sus ratos libres para ayudarme en la preparación de los dulces y cumplir con los pedidos. Con este oficio pude dar educación a mis hijos, que en su mayoría son profesionales y ahora me ayudan”, señaló.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
LV