En lo que va del presente año 258 personas han registrado problemas de salud relacionados con la Enfermedad Alcohólica del Hígado (20), Cirrosis Hepática Alcohólica (43) e Intoxicación Aguda por Alcohol (195), cifra que evidencia un crecimiento del 73 por ciento en comparación con el 2023 que tuvo 149 casos, al corte de la Semana Epidemiológica 44.
En el marco del Día Mundial sin Alcohol que se conmemoró el 15 de noviembre pasado, destaca que los excesos en el consumo de etílicos entre los campechanos ha escalado hasta evidenciar un problema social en la Entidad, que tiene un promedio de 1.4 en mortandad por consumo de licor por cada 100 mil habitantes, lo que coloca al Estado en el nivel más alto de la Península.
Respecto al tema, el ciudadano José Alberto Bojórquez, quien venció su adicción tras años de abstinencia, comentó que el consumo entre los campechanos es un problema social alarmante, que igual afecta a las poblaciones menores como a los jóvenes.
Detalló que este problema ya es una enfermedad diagnosticada mundialmente “donde cada vez son más los jóvenes que consumen este tipo de sustancias, por eso mi recomendación es que busquen ayuda, que las familias se informen donde recibir apoyo”.
Datos de SSa Federal
De acuerdo con el informe “Mortalidad relacionada con el consumo de sustancias psicoactivas”, de la Secretaría de Salud Federal, el consumo de alcohol ubicó a Campeche con la tasa de muertes más alta en la Península. Campeche registró 1.4 puntos, Yucatán 1.0 y Quintana Roo 0.9.
El reporte igual señala que “las Entidades que presentan las tasas más elevadas de sobredosis mortales derivadas del consumo de alcohol, tabaco y otras drogas son Sonora, Chihuahua y Sinaloa, seguidas por Zacatecas, Tlaxcala, Campeche, Aguascalientes y Colima”.
Sector Salud
Por otra parte, el exceso en el consumo de alcohol también propicia un aumento en el registro de accidentes, de acuerdo con la doctora Georgina Montáñez, quien señaló que durante los fines de semana y periodos vacacionales suelen ocurrir más hechos viales.
“El exceso de alcohol ocasiona que las personas tengan reflejos más lentos y percepción diferente de la realidad; por eso, en ocasiones pierden el miedo, se desinhiben y no tienen precaución”.
Por su parte, la nutrióloga Rebeca López dijo que las bebidas etílicas generan efectos negativos a la nutrición, pues son calorías vacías al dar energía sin nutrientes, y “el como el exceso de energía se acumula en el tejido adiposo puede provocar obesidad”
