Jorge Mauricio Kantún hizo su primer viaje para cumplir una manda a favor de la salud y de su familia desde Nunkiní hasta la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México, el cual consideró impresionante cuando se vio de pie en la calzada de la iglesia y luego frente a la Virgen Morena.
En el parque de Guadalupe de esta capital, mientras descansaba del camino de regreso donde desayunó con sus compañeros para recuperar fuerzas y continuar hasta su comunidad, en Calkiní, en la frontera con Yucatán, resaltó que visitar la Basílica fue un sueño al que aspira todo guadalupano.
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"Ver la imagen de la morenita en la Basílica, un sueño hecho realidad": Peregrinos de Campeche
Los nunkinienses José Ek, Ignacio Chi Uc, José Manuel y Jorge con edades de 26, 23, 20 y 18 años -Kantún es el más chico- viajaron en bicicleta hasta la capital del país, El antorchista dijo que es la primera que vez hace el recorrido. Salieron de la población el ocho de noviembre y llegaron el 19 a la Basílica de Guadalupe.
“Para mí fue una manda a la Morenita por salud y por mi familia, y la cumplí”, subrayó, al afirmar que lo volverían a hacer unas mil veces más, aunque exhortó a los demás peregrinos a cuidarse, que no manejen de noche por el riesgo de accidentes y asaltos en las carreteras del centro del país.
Igual, descartó que sea necesario tener condición física para ir en bicicleta hasta la Ciudad de México, sino más que nada es la fe que tiene el guadalupano por llegar a la Basílica.
En el trayecto Jorge añadió que se encontraron a personas de San Antonio Dzacabchén, igual de Calkiní, por lo que se acompañaron durante el camino y en Champotón se separaron por decisión de los paisanos de quedarse ahí, “aunque posiblemente ya andan por Seybaplaya”, mientras ellos llegaban al parque de Guadalupe para descansar.
Recordó la emoción que le produjo estar por primera vez en la Basílica, “es el sueño de todo guadalupano”, y cómo la adrenalina recorrió su cuerpo cuando caminaron por la calzada para ver a la Virgen del Tepeyac.
De acuerdo al itinerario, debieron partir de San Francisco de Campeche pasadas las 15:00 horas rumbo a Tenabo y Hecelchakán y pernoctar en este municipio, luego pedalear el último tramo hasta Calkiní e ir a Nunkiní donde debían estar la mañana de este miércoles previo al 493 aniversario de la aparición de la Virgen Morena a San Juan Diego el 12 de diciembre.
En el interior del Estado
Por otra parte, desde principios de mes se ha visto por las calles y carreteras de Candelaria a jóvenes entusiastas que se preparan para la fiesta de la Virgen, y se organizan por parroquias o comunidades para correr con una antorcha en la mano llevando la imagen de Guadalupe al destino asignado.
El párroco de la iglesia de la Candelaria, Javier Can, dijo que la tradición de los antorchistas es una demostración de fe y devoción a la Morena del Tepeyac que permite a la juventud vivir en paz espiritual con el prójimo.
El mismo fervor se percibe en el ejido Paraíso, en Champotón, donde los pobladores se organizaron para encabezar una procesión en honor a la Morena del Tepeyac que recorrerá las calles principales a partir de las 6:00 horas, donde entonarán las “Mañanitas”.
Previo a esta celebración la capilla de Nuestra Señora de Guadalupel poblado realiza un novenario que concluye este jueves. En Hopelchén, desde la tarde-noche del martes incrementó la afluencia de peregrinos que regresan a sus comunidades, la mayoría de la región de la Montaña, al Sur del municipio y de poblados de Yucatán pegados a la frontera con Campeche.
Ayer, grupos de corredores de Xmejía, Chunchintok, Ukum, Pach-Uitz e Xmabén de la región de la Montaña llegaron a la cabecera provenientes de la Ciudad de México, Villahermosa, Chiapas, Progreso y Celestún, Yucatán, Ciudad del Carmen y de la capital del Estado, luego de visitar a la Virgen como una promesa por los favores concedidos.
El fervor a la Guadalupana no solo se ve en los caminos, pues las familias que no pueden viajar celebran en sus hohares o parroquias la novena a la Virgen de Guadalupe para venerarle, como en Hecelchakán, donde quienes vuelven de visitarla, lo hacen justo a tiempo para asistir al penúltimo rezo para concluir la promesa hecha a la Madre de Jesús.
JY