La capital de Campeche es una ciudad rica en cultura e historia, pero no todas sus colonias ofrecen las mismas condiciones de vida. Al considerar comprar o rentar una casa, es crucial evaluar aspectos como la seguridad, la distancia, el estado del lugar y la incidencia de delincuencia y violencia. Aquí te presentamos un análisis detallado de por qué no es buena idea invertir en vivienda en algunas colonias específicas de Campeche.
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Siglo XXI
La colonia Siglo XXI ha sido señalada por su falta de dictámenes de riesgo y problemas de inundaciones frecuentes. Además, esta área enfrenta altos índices de delincuencia, lo que la convierte en una opción poco atractiva para quienes buscan seguridad y tranquilidad.
Siglo XXIII
Numerosas viviendas abandonadas y en mal estado caracterizan a la colonia Siglo XXIII. Este abandono, combinado con los altos niveles de violencia, representa un riesgo significativo para los residentes y desalentaría a potenciales compradores o arrendatarios.
La Dzarbay
La Zarvai presenta problemas similares a Siglo XXI, con construcciones deficientes y frecuentes inundaciones. La alta delincuencia en la zona agrava aún más la situación, haciendo de esta colonia una opción poco recomendable para vivir.
Planchac
En Planchac, las viviendas construidas en condiciones inadecuadas y los riesgos potenciales de inundaciones son una constante preocupación. Además, esta área tiene una alta incidencia de violencia, lo que la convierte en un lugar inseguro para habitar.
Centro Histórico
Aunque el Centro Histórico de Campeche tiene un valor histórico incalculable, muchas de sus viviendas están en mal estado y representan un riesgo para los habitantes debido a la delincuencia y violencia. La seguridad es una preocupación constante para quienes consideran vivir en esta área.
Colonias con alta percepción de inseguridad
Colonias como Leovigildo Gómez, La Esperanza, Santa Lucía, Santa Ana y San Rafael son conocidas por su alta percepción de inseguridad y numerosas emergencias. Estas áreas son consideradas focos rojos delictivos, lo que las convierte en opciones poco atractivas para la compra o renta de viviendas.
JGH