Se trata de una construcción situada entre los estados de Campeche y Yucatán, se ubica en la carretera antigua 261 Chencollí-Umán, curvatura construida en 1940 por el gran escultor Armando Gil Mendicuti.
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Además, era considerado por muchos como el más bello de la Península de Yucatán, y su abandono es visible, también puede apreciarse la apatía de las autoridades correspondientes de ambos Estados que no se han preocupado en los últimos 20 años por darle mantenimiento.
Lamentablemente tampoco el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) intervenga para rescatar ese monumento histórico y único en su tipo en la Península de Yucatán; este luce en completo abandono, y su imagen luce deteriorado, y en sus inmediaciones se ha fomentado un basurero clandestino que afea aún más su aspecto.
Cabe destacar que hace 15 años fueron robadas en ambos lados de esa estructura, las placas de bronce conmemorativas de ese histórico arco, y según se rumoró fueron vendidas a un coleccionista de la ciudad de Mérida Yucatán.
Se ubica en el kilómetro 56+200 de la carretera que conecta las comunidades de Bolonchén de Media PrincipalRejón (Campeche) y Santa Elena (Yucatán), sirve como punto de referencia para reconocer el límite territorial entre las dos entidades. Con grafitis, sin sus placas conmemorativas y con un enorme basurero clandestino del lado de Campeche, luce ese arco histórico.
Actualmente un basurero clandestino con fuertes olores fétidos de animales muertos, afea la estructura, en donde personas sin conciencia a sabiendas que primero generan mal aspecto y segundo por la contaminación del medio ambiente, tiran todo tipo de desechos, y puede encontrarse en el sitio animales muertos, restos de frutas y verduras en estado de descomposición en el interior de cajas de cartón.
Actualmente las paredes de ambos lados del arco han sido grafiteadas con insultos y palabras impublicables, y en la parte superior del mismo existen yerbas que han crecido al paso del tiempo. Cabe resaltar que una parte de la pared del arco del lado de Yucatán, se está desboronando, y de no recibir mantenimiento, en poco tiempo, esa estructura que tiene 84 años, podría iniciar su desmoronamiento, y sería lamentable por la apatía de las autoridades correspondientes.
De lo rescatable del arco, pueden aún apreciarse en la parte superior del arco los escudos de armas de ambos estados realizados a base de piedra, y tras el paso del tiempo se puede observar también su deterioro.
JY