En las tierras de Campeche, existen muchas historias que destacan la cultura del estado desde la capital hasta los municipios, una de las leyendas populares más escalofriantes y arraigadas es la historia de la Bruja del Morro, un relato lleno de misterio y terror que ha sido transmitido de generación en generación, originaria del municipio de Seybaplaya, a un costado de la playa Payucán, es una historia que deja paralizados a pequeños y grandes.
Cuenta la leyenda que hace siglos, en las cercanías del Morro de Campeche, un lugar en las Playas de Payucán, donde se encontraba el faro marítimo de Seybaplaya, vivía una mujer solitaria y enigmática, conocida por todos como "La Bruja del Morro". Su verdadero nombre se ha perdido con el paso del tiempo, pero se dice que era una anciana de apariencia siniestra que practicaba la hechicería y dominaba las artes oscuras. Aislada en una pequeña cabaña junto al mar, la bruja se dedicaba a hacer pócimas y conjuros que, según los rumores, invocaban poderes sobrenaturales.
Las historias sobre su maldad se esparcieron rápidamente entre los habitantes de Campeche. Decían que la Bruja del Morro podía transformarse en un ave nocturna, que sobrevolaba la ciudad en las noches más oscuras y tempestuosas. Los que osaban acercarse a su morada aseguraban haber visto figuras espectrales y luces extrañas entre los árboles y las rocas del Morro. Pero lo más aterrador era la creencia de que la bruja robaba a los niños pequeños, llevándolos consigo para realizar rituales macabros bajo la luz de la luna.
Uno de los episodios más conocidos de la leyenda ocurrió cuando un grupo de pescadores, tras perderse en una tormenta, aseguró haber visto a la bruja en la cima del Morro, invocando a los elementos para desatar el mal tiempo. Al regresar al pueblo, relataron aterrados que la tormenta parecía responder a las órdenes de la anciana, quien rió de manera espeluznante antes de desvanecerse en la oscuridad.
Y de acuerdo con los rumores que fueron surgiendo y ante las presuntas desapariciones de los pequeños, habitantes de Seybaplaya, se armaron de valor y decidieron atraparla y con cadenas la amarraron en una de las cuevas costeras que hay en el lugar, dejándola ahí bajo la vigilancia de los habitantes. Y se dice que en aquel entonces, cuando subía la marea se escuchaban gritos de desesperación de la bruja que se ahogaba.
Con el paso del tiempo, la leyenda de la Bruja del Morro se mezcla con la historia local y han surgido varias versiones de la Bruja del Morro, sin embargo, muchos creen que su espíritu aún ronda las noches de Campeche, especialmente cuando el viento sopla fuerte y el cielo se oscurece de manera inquietante.
Los lugareños recomiendan no aventurarse solos cerca del Morro al caer la noche, pues algunos aseguran que en el silencio se pueden escuchar susurros provenientes de algún lugar desconocido y, en ocasiones, la figura de una anciana encorvada que se desvanece entre las rocas.
Hoy en día, la Bruja del Morro es un símbolo de la rica tradición oral campechana, una historia que sigue viva en las calles, en los cuentos familiares y en las mentes de aquellos que, de noche, aún miran con temor hacia el Morro, preguntándose si las viejas leyendas alguna vez dejaron de ser reales.
