El riesgo de que ocho iglesias estén a punto de colapsar, según la alerta del Obispo José Francisco González, obliga a que haya un catálogo de todos los monumentos históricos, no solo religiosos, para implementar una ruta de acción donde las instituciones aporten recursos para el rescate, pidió la coordinadora del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), Ivette García Sandoval.
Aclaró que no todas las iglesias o edificios con más de dos siglos de construcción están en riesgo de colapso; sin embargo, es necesario contar con un documento que precise las condiciones de cada uno para saber qué tipo de atención necesita. La postura del Icomos es sostener un diálogo con organizaciones civiles, expertos, instituciones responsables del cuidado del patrimonio, y con la comunidad, para sumar recursos ante la escasez financiera.
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Advirtió que no es solo atender la contingencia actual, sino hacer un plan a mediano plazo para la conservación de templos e inmuebles históricos o de índole patrimonial. García Sandoval planteó la elaboración de un catálogo de riesgos para saber cuáles son los edificios que necesitan intervención urgente y priorizar su atención, pero sin dejar de lado aquellos que quizás requieran ser rehabilitados, pero con detalles menores.
Tren Maya podría rescatar edificios históricos
Por su parte, el historiador Aarón Enrique Pérez Durán consideró que para el rescate de los edificios históricos con riesgo de derrumbe, también se podría solicitar al Tren Maya alguna aportación como hizo para la conservación de las fachadas e inmuebles del Centro Histórico y barrios tradicionales de la capital.
Recordó que el año pasado el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) del Tren Maya aportó 250 millones de pesos para el rescate de espacios públicos. Ante lo expuesto por Monseñor José Francisco González, de que hay iglesias en la Entidad con daños críticos que ameritan ser intervenidas, dijo que es un tema difícil porque no es barato por tratarse de monumentos históricos.
Mencionó que se deben buscar mecanismos que coadyuven en el rescate de los inmuebles por lo costoso que representa el mantenimiento arquitectónico, y propuso entablar pláticas con Fonatur, ya que durante el proyecto ferroviario aportó recursos para fachadas y espacios públicos en el recinto amurallado de Campeche.
En la propuesta —aclaró— deben participar la Autoridad del Patrimonio, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la Diócesis de Campeche por tener bajo su custodia los templos, y deberían solicitar una partida económica para intervenir las iglesias coloniales de la Entidad.
También reiteró que tanto el INAH como autoridades eclesiásticas tienen la responsabilidad de revisar todos los templos para darles mantenimiento en colaboración con la Autoridad del Patrimonio en techos, paredes, contrafuertes y demás aspectos de la estructura. Finalmente, Pérez Durán convocó a la feligresía a contribuir con la limpieza de las iglesias, incluso de los techos, para eliminar todo tipo de factores de deterioro.
JY
