
Cientos de personas se pronunciaron ayer en favor de la vida y la familia, durante la marcha organizada por el Decanato Católico de Ciudad del Carmen, actividad con la que cerraron una semana de actividades para recordarle a la población que el valor de la vida comienza desde la concepción y se fortalece en un entorno familiar, pues solo así habrá una sociedad basada en el amor y la paz.
Partiendo desde el parque El Caminero, vestidos de blanco y cantando alabanzas, contingentes de las 15 parroquias que integran el Decanato Carmen, iniciaron la marcha en la que, con pancartas con mensajes sobre la vida y la naturaleza de las familias, hombres y mujeres de todas las edades caminaron hacia el Santuario Diocesano Mariano de Nuestra Señora del Carmen.

Durante el recorrido, los párrocos recordaron que el valor de la vida comienza en la concepción, pero también que es fundamental apoyar y acompañar a las familias que piden auxilio, para recordarles que Dios los ama y así puedan recuperar la paz.
El presbítero José Francisco Verdejo Aguilera, titular del Decanato Carmen, recordó que desde la concepción hay que acompañar la maternidad en contextos de vulnerabilidad, al niño por nacer, al niño en sus primeros meses de vida, a las mujeres que han sufrido la herida del aborto, ya que la iglesia en salida anuncia una vez más la eminente dignidad de toda vida humana, independiente de su circunstancia.
“La iglesia católica reitera el permanente compromiso de defender la vida humana desde la concepción, esta marcha se hace año con año, en ella además de pronunciarnos a favor de la vida y de la familia, elevaremos plegarias por la concientización acerca de su valor”, dijo.
Los participantes en la Marcha por la Vida y por la Familia arribaron a la explanada del Santuario Mariano Diocesano de Nuestra Señora del Carmen, dónde en el mensaje a la feligresía se reiteró que continuarán pugnando para la protección de la vida, desde la concepción hasta la muerte natural, y encomendados a María Madre de Misericordia, se orará por las madres.

Con esta actividad, cierra una jornada llena de fe, esperanza y amor por la vida y por la familia, haciendo un llamado a la reflexión y la concientización para dar acompañamiento y apoyo a las mamás que quizás están pensando abortar porque tienen dificultades, porque pasan momentos muy difíciles.