La Guardia Nacional tiene que buscar mecanismos para alertar a quienes transitan por la carretera federal 180 que existen hoyancos que podrían generar afectaciones a sus vehículos, pues mientras se atienden los 70 kilómetros de la Península de Atasta por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), hay cientos de personas que sufren accidentes con sus unidades al caer en baches de hasta 25 centímetros de profundidad.
Con las constantes lluvias en la región, la situación se ha agravado en las carreteras que comunican a las siete comunidades en la Península de Atasta. A diario y a cualquier hora se observan a familias completas perdiendo hasta dos neumáticos, flechas de las unidades, y rines, lo que los orilla a truncar su viaje. Solo los que a diario transitan por ahí saben dónde están esas trampas, pero otros se confían y suceden los percances.
A decir de Miguel Benítez Heredia, presidente de Ecovigilantes A.C., todos los días viaja hacia Atasta pueblo, pues ahí se encuentra el terreno donde tiene su vivero donde producen plantas y árboles frutales que sirven para reforestar. Desafortunadamente, ahora ya hasta vergüenza le da a la comunidad escuchar los comentarios de quienes son víctimas de enormes baches de hasta 25 centímetros de profundidad.
Aunque algunos quedan varados muy lejos de las poblaciones a orilla de carretera, hay otros que están cercanos a ranchos o viviendas y recurren a pedir ayuda. Por lo tanto, los atastecos, por humanidad, deciden ayudarlos, ya sea llevándolos a parchar llantas o a conseguir un mecánico que pueda reemplazar las piezas destruidas tras caer en los baches.
Lamentó que la Guardia Nacional no haya colocado algunos letreros de advertencia por todo ese tramo, ya que verlos, por lo menos, mantiene en alerta a los conductores. Si bien van a vuelta de rueda por la gran cantidad de unidades que circulan, apenas ven la oportunidad quieren recuperar el tiempo perdido, y es ahí donde caen en los baches que terminan de arruinarles el viaje.
Si bien la SEDENA ha confirmado que iniciaron los trabajos desde Nuevo Campechito hasta el Zacatal, debieron haber colocado algún señalamiento en los baches mientras llegan a hacer las acciones de reparación. Mientras dejan en mejores condiciones la vía carretera, seguirán ocurriendo accidentes, y lo peor es que sucederán desgracias que terminaremos lamentando.
Benítez Heredia hizo un llamado a los pobladores de la Península de Atasta a contribuir con las personas que se accidentan como consecuencia de los baches, para que cuando los vean en alguna complicación no duden en apoyarlos. A nadie le gustaría estar en sus zapatos, ya que a muchos les sucede en las noches y con pocas oportunidades de reparar sus llantas o vehículos en esos momentos.
JGH