La tradición de la quema del “muñeco de Año Viejo” cada vez es menor en Sabancuy, ya que muchos pobladores no quieren utilizar la pirotecnia y lo han dejado de hacer. Sin embargo, hay algunos que continúan la tradición y año tras año queman el Año Viejo el 31 de diciembre a medianoche. Daniel Guzmán López, quien vive en la colonia Pénjamo, dijo que son pocos los que queman su muñeco de Año Viejo en Sabancuy; sin embargo, los pocos que lo hacen siguen la tradición y cada año lo colocan afuera de su casa para despedir el año.
Comentó que en años anteriores eran más las familias que hacían los muñecos de Año Viejo, pero ahora son menos y muy contados en el pueblo los que hacen sus monigotes, por lo que la tradición se está empezando a perder. Señaló que la mayoría de los pobladores que hacen sus muñecos de Año Viejo lo hacen el mero día 31 en la tarde, para ponerlos afuera de sus casas o en las esquinas de su colonia. Sólo algunos los hacen desde días antes para esperar el fin de año y quemarlos.
Por su parte, Graciela Martínez Francisco, quien vive en la colonia Centro, dijo que ella cada año hace su muñeco de Año Viejo, ya que es una tradición que le enseñaron sus padres y ella desea transmitírsela a sus hijos para que no se pierda. Subrayó que para ellos lo que signifi ca quemar el Año Viejo es dejar todo lo malo en el pasado y empezar un nuevo año con nuevas oportunidades de salir adelante.
Comentó que antes eran más los pobladores que hacían sus muñecos, sin embargo, se ha perdido un poco la tradición y se puede ver una cantidad muy baja de muñecos de Año Viejo en la localidad. Dijo que para ella, sólo un 30 por ciento de los pobladores lo siguen haciendo y no quieren perder la tradición. Vestir al Año Viejo Señaló que los muñecos son de trapo y se les pone ropa vieja; además, llevan pirotecnia para que, al quemarse, exploten. Sin embargo, toman las medidas necesarias para que no se vaya a quemar nadie, ya que lo ponen en una esquina aislada, donde no haya peligro de provocar un incendio. Mencionó que en su caso, sus familiares toman todas las precauciones para no correr ningún riesgo, y se mantienen en vigilancia para que todo esté bien y se pueda quemar sin peligro.