Campeche / Ciudad del Carmen

La invasión hormiga en la Península de Atasta ha afectado más de siete kilómetros de manglar negro y rojo, contaminando la Laguna de Términos y poniendo en riesgo especies endémicas.

La invasión hormiga en la Península de Atasta ha provocado afectaciones a más de siete kilómetros de manglar negro y rojo. Desafortunadamente, las autoridades ambientales han ignorado este problema, que además está generando severa contaminación, ya que las construcciones hechas son incluso baños sin fosas sépticas, por lo que todas las aguas negras se vierten en la Laguna de Términos.

De acuerdo con Miguel Benítez Heredia, presidente de Ecovigilantes A.C., la Península de Atasta se está convirtiendo en lo que hoy son las colonias 23 de julio, Arroyo de los Franceses, Nueva Venecia y La Ilusión, que crecieron en completa violación a las normas y reglamentos ambientales, generando afectaciones severas para todo el entorno.

Miguel Benítez Heredia, de Ecovigilantes A.C., señala que el crecimiento demográfico y la invasión hormiga están matando los manglares / Perla Prado

Con base en los recorridos realizados, y al observar a diario el proyecto de la A.C. en Atasta pueblo, donde hay un vivero de plantas endémicas, indican que no es un gusano el que está matando a los árboles, sino que la mortandad del manglar negro y rojo se debe al crecimiento demográfico y la invasión hormiga, ya que se han apropiado del derecho de vía hacia el manglar.

“Son más de 10 metros de árboles que están siendo quemados y talados para liberar espacio y construir viviendas rústicas. Se trata de más de siete kilómetros impactados. Además, los vertederos de aguas residuales y negras se dirigen hacia la Laguna de Términos. ¿Cuánto tiempo puede aguantar este cuerpo de agua protegido ante la falta del manglar, que es purificador de esa agua?”, preguntó.

No hay intervención de autoridades ambientales para detener el daño / Perla Prado

No hay autoridad ambiental que se apersone y ofrezca pláticas sobre el daño que se están ocasionando a sí mismos, dijo, porque independientemente de que están desapareciendo la belleza natural de la Península de Atasta, están acabando con las especies endémicas como peces, aves e incluso el manatí, que llegaba a ese sitio y que simplemente dejó de avistarse.

Para Ecovigilantes A.C., hacer estas declaraciones es riesgoso, más aún sabiendo que se emitió una denuncia formal ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), ya que los pobladores alegan un derecho y se sienten afectados porque se les está exponiendo por lo que están haciendo. Sin embargo, es necesario porque nos afecta a todos.

“Es necesario que la autoridad tome cartas en el asunto; ni siquiera la Junta Municipal de Atasta, de esta y anteriores administraciones, ha querido intervenir en este problema. Por lo tanto, la SEMARNAT y la PROFEPA deben intervenir a la brevedad, antes de que acaben con lo que queda del manglar y se convierta en una de las tantas colonias irregulares que surgieron en la Isla hace más de 20 años y que hoy provocan inundaciones en zonas donde antes no las había”, puntualizó.

JGH