Aunque se especula que el motivo del aumento arancelario en la Universidad Autónoma del Carmen (UNACAR) es con la finalidad de obtener recursos que les alcance para robustecer el Fideicomiso de Pensiones y Jubilaciones que termine con la problemática que arrastran desde hace tres años con el personal inactivo, hasta ahora no hay una versión oficial de las autoridades. Jubilados sindicalizados señalan que si bien la medida no es mala, fue apresurada y en perjuicio de toda la comunidad, pues sería muy lamentable que salgan a decir que la culpa de esta afectación a la economía de las familias es responsabilidad de ellos.
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Así lo señaló el ex profesor de ciencias exactas, Juan Ruiz Pérez, quien junto a un grupo de jubilados sindicalizados se reunieron a las afueras de las instalaciones universitarias, para hablar sobre este tema, pero también para comentar a los estudiantes, que los apoyan en el no aumento de aranceles, pues así como saben que la UNACAR carece de recursos, lo que a ellos los ha dejado con atrasos en su pensión en los últimos años, como abuelos de muchos estudiantes, también están viéndose perjudicados.
“Son decisiones que tomó la autoridad, en este caso el Consejo Universitario, que tal vez dispusieron de manera arbitraria. Si no fue así, es un hecho apresurado porque los padres de familia no estaban preparados para ese pago, ya sea mínimo o máximo. De la noche a la mañana notifican, entonces, hasta que no se abran de capa y lo comuniquen, no podemos especular que aumentaron los aranceles por falta de dinero, el cual usarán para pagarnos a nosotros”, comentó.
A decir de Ruiz Pérez, la forma exprés de aumentar aranceles pareciera tener culpables y que esos son ellos, ya que la UNACAR se ha cansado de repetir que les pagan con recursos propios, pero a final de año es el Gobierno del Estado quien debe intervenir, porque sus ingresos son limitados.
“Esto es como el dicho de 'debo no niego, pago no tengo', si es verdad que es para pagarnos, que lo digan abiertamente, no podemos estar en contra, pero sí conscientes de que se debió hacer con calma y con tiempo suficiente para que los padres de familia se prepararan. Como ciudadanía, abuelos de muchos alumnos de la UNACAR, pero también como jubilados afectados por la falta de ingresos, queremos apoyar a los alumnos activos. Como maestros, trabajadores, estamos implicados, de una u otra manera, estamos en el ojo del huracán”, sostuvo.
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El ex profesor de matemáticas comentó que, dadas las condiciones económicas, los aumentos jamás serán bien aceptados, pero lo más reprobable es que no fue consensuado, programado y anunciado. La claridad y transparencia de una institución dependerá de cómo comunican estos temas que son sensibles y que también podrían malinterpretarse cuando no se especifica el destino, especialmente de recursos económicos.