Dos hombres perdieron la vida dentro de sus casas, en diversas colonias de la ciudad. Ambos habían caído de las escaleras y sufrieron traumatismo craneal; sin embargo, uno de los decesos llamó la atención de los ministeriales ya que sus parientes lo recostaron pese a su lesión sangrante.
El primer hecho ocurrió cuando la víctima, de aproximadamente 45 años, bajaba las escaleras de su casa, situada en la calle Tamaulipas entre Panamá y Revolución, en el barrio de Santa Ana. Una distracción hizo que perdiera el equilibrio y cayera al vacío, golpeándose fuertemente la cabeza. A consecuencia de esto, quedó inerte por varios minutos hasta que sus familiares lo descubrieron en un charco de sangre.
Asustados, intentaron ayudarlo, pero al percatarse de la gran cantidad de flujo hemático que salía de sus oídos y nariz, dieron aviso al número de emergencias. Poco después llegaron agentes estatales y paramédicos del Sistema de Atención Médica de Urgencias (SAMU); sin embargo, poco o nada pudieron hacer, ya que la víctima no contaba con signos vitales. Al confirmarse la muerte, el sector fue acordonado debido a las “huellas de violencia” que presentó el cadáver.
Durante aproximadamente 30 minutos, la zona se mantuvo custodiada por agentes policiales, ministeriales y personal del Servicio Médico Forense (SEMEFO), quienes recuperaron los restos para ser llevados al anfiteatro de esta ciudad, donde se le realizaría la necropsia de ley. La causa de muerte fue traumatismo craneal; durante la investigación, se descartó un hecho delictivo, considerándose una muerte accidental.
En ese mismo lapso, se registró otra llamada al número de emergencias. Un hombre de aproximadamente 55 años no se movía, esto en la calle Flamboyanes, entre Colón y Enredadera, de la colonia Sascalum. Al sitio llegó el cuerpo médico del Sector Salud junto con policías.