El sacerdote Fernando Manzo Barajas, presbítero de la parroquia a San Luis Obispo, alertó a la feligresía por un grupo de personas abusivas que están pidiendo dinero a nombre de la iglesia, según para reparar los daños que sufrió el recinto religioso al desplomarse gran parte de su techo el domingo pasado.
El clérigo pidió a la gente no caer en la trampa de los estafadores que se están aprovechando de la situación para hacer de las suyas. Dijo, que cuando haya que necesitar algún apoyo lo harán público a través de la página oficial de la parroquia, en Facebook.
Manzo Barajas también anunció que estarán informando sobre las sedes alternas para las misas y oficios religiosos, pues no se suspenderán ante el incidente.
Verificación
Ayer por la mañana, arribaron autoridades de los tres órdenes de Gobierno para verificar los daños del templi, y se supo que el jueves acudirá personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a nivel federal para el levantamiento oficial de los daños, ya que todos estos edificios están asegurados y éste se les debe aplicar; sin embargo, los expertos adelantaron que la restauración llevará bastante tiempo y requerirá de una inversión de varios millones de pesos.
Los que intentaron pasar desapercibidos fueron representantes del INAH Campeche, quienes se camuflaron entre los civiles para supervisar el lugar.
Peritos, abogados, arquitectos, restauradores, funcionarios del Gobierno del Estado y del Ayuntamiento de Calkiní recorrieron el edificio y levantaron evidencias fotográficas, sin embargo, aclararon que no podían hacer nada más, hasta que el INAH realice el peritaje oficial; posteriormente se trasladaron a la Sala de Cabildo de la Comuna para coordinar los futuros trabajos de limpieza.
El titular de la Secretaría de Protección Civil (Seproci) del Estado, Anuar Dáger Granja, reconoció que, como dependencia estatal, están limitados a la integración del acta de hechos de lo que ocurrió en el centro religioso, pues el INAH y la Dirección de Protección Civil de Calkiní son los encargados tanto del resguardo, como de la valoración de los daños registrados en la parroquia.
Solidaridad
Por otra parte, feligreses de la iglesia San Francisco de Asís en Hecelchakán, se solidarizaron con sus hermanos de fe calkinienses, por los daños en la parroquia a San Luis Obispo.
Reprocharon que, con tiempo, los católicos notificaron al INAH y a las autoridades locales sobre el riesgo de desplome del templo y nunca hicieron caso; ante ello, temen que la historia se repita en otros edificios religiosos, ya que también cuentan con cientos de años de antigüedad.
Indicaron que la parroquia a San Francisco de Asís también ha registrado la caída de revocos, y aunque fueron daños menores no deja de preocuparles por tratarse un edificio antiguo.
Durante las misas de ayer lunes en Hecelchakán, los asistentes rezaron por los feligreses de Calkiní, y agradecieron que las pérdidas hayan sido materiales, lo que consideraron un milagro, pues el accidente fue minutos antes de que iniciaran las celebraciones religiosas en la parroquia.
Don Juan Kantún Cahuich, Sonia Pech Che y Anastacio Barbosa Mejía coincidieron en que este hecho debe servir para reforzar la fe, pues Dios una vez más demostró su misericordia con quienes en verdad creen en él.