Desde la invención de los primeros Juegos Olímpicos de la historia moderna (Atenas 1896), el mundo ha visto a través del tiempo la bravura con la que los atletas compiten para evitar volver a casa con las manos vacías.
Algunos fallan, pero muchas otras divinidades del deporte se dan el lujo de volver a su país con una multitud de medallas, la gloria en su máxima expresión.
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Han pasado más de 30 ediciones y en cada una de ellas siempre sobresale algún impresionante atleta que deja la vara muy alta para las futuras generaciones; sin embargo, hay uno que desde el 2016 dejó una huella indeleble en la historia, cuando completó su colección de 28 metales. Michael Phelps.
El Tiburón de Baltimore se presentó en Sídney 2000 ante los focos mundiales con solo 15 años, pero fue hasta Atenas 2004 que comenzó la recolecta, con seis oros y dos bronces.
Después se dio cita en Pekín 2008, donde construyó su trono con ocho áureos, superando los siete que cosechó su compatriota Mark Spitz en Múnich 1972.
Para Londres 2012 sumó seis más a su historial y para Río dio su último bocado con otros seis medallones. En la femenil, la impresionante gimnasta rusa Larisa Latynina ostenta ser la mujer más galardonada con sus 18 medallas.
Su camino inició en Melbourne 1956, donde subió seis veces al podio; repitió cifra en Roma 1960 y en Tokio 1964. A la lista se le suma otro experto en Gimnasia y de la misma nacionalidad: Nikolai Andrianov, quien se estrenó con un oro en Múnich 1972, aunque fue hasta Montreal 1976 que explotó su talento para obtener siete podios; su carrera la terminó en casa, en Moscú 1980, donde cerró con siete más.
Los rusos habían encontrado una fórmula exitosa que mantuvo a sus gimnastas en la cúspide mundial. Boris Shakhlin aportó una impresionante cosecha durante sus tres participaciones olímpicas, con 13 preseas. Primero fue en Melbourne, donde se estrenó con dos áureos; más tarde, en Roma 1960 se adjudicó siete y cerró su palmarés con cuatro más en Tokio 1964.
También con 13 pedestales fi gura el italiano Edoardo Mangiarotti, un esgrimista cuya longeva trayectoria lo coloca como el máximo referente del país de la bota. Estrenó con una dorada el medallero en Berlín 1936 y lo terminó 24 años después, en Roma 1960 (oro y plata). Subió tres veces al pódium de Londres 1948, cuatro en Helsinki.
1952 y tres en Melbourne 1956. Sería imperdonable no mencionar a Japón, poderoso protagonista mundial que tuvo en Takashi Ono la mayor representación de su historia, con 13. Hizo su debut en Helsinki 1952 con un bronce, pero fue en Melbourne 1956 que confirmó su nivel, tanto que dio pelea a la hegemonía soviética en la gimnasia. Sumó un oro, tres platas y un bronce.
En Roma 1960 se estableció como uno de los mejores gimnastas de la historia, al alcanzar seis medallas. En Tokio 1964 se colgó frente a su público su último metal.
La alemana Birgit Fischer es indudablemente la reina del piragüismo, y es que cuando sólo tenía 18 años fue campeona en los Juegos de Moscú 1980, un hito que la convirtió en la piragüista más joven en ganar una prueba olímpica.
A bordo de su kayak, obtuvo tres podios en Seúl 1988, dos En Barcelona 1992, dos en Atlanta 1996, dos en Sídney 2000, y se despidió a sus 42 años en Atenas 2004, con un primer lugar y un segundo sitio.
Máximos medallistas olímpicos
- Larissa Latynina Gimnasia (de 1956 a 1964) 18 medallas
- Nikolai Andrianov Gimnasia (de 1972 a 1980 15 medallas
- Boris Shaklin Gimnasia (de 1956 a 1964) 13 medallas
- Edoardo Mangiarotti Esgrima (de 1936 a 1960) 13 medallas
- Gimnasia (de 1952 a 1964) 13 medallas
- Paavo Nurmi Atletismo (de 1920 a 1928) 12 medallas 9
- Birgit Fischer Piragüista (de 1980 a 2004) 12 medallas
- Sawao Kato Gimnasia (de 1968 a 1976) 12 medallas
- Jennifer Thompson Natación (de 1992 a 2004) 12 medallas