En una noche electrizante en Perth, Australia, el mexicano Jesús Aguilar dejó una huella imborrable en su debut en el UFC 305. El peleador de Ensenada, Baja California, se impuso de manera contundente al australiano Stewart Nicoll en la categoría de peso mosca, logrando un sometimiento por guillotina en el primer asalto que dejó al público boquiabierto.
Noticia destacada
Julián Araujo debuta en la Premier: El mexicano brilló en el empate del Bournemouth
El combate, que abrió la cartelera del evento, mostró desde el inicio la determinación de ambos luchadores. Nicoll, apoyado por la afición local, intentó tomar el control llevando a Aguilar a la lona. Sin embargo, el mexicano demostró su habilidad y sangre fría al revertir la situación de manera espectacular.
Apenas dos minutos después de que sonara la campana, Aguilar ejecutó su movimiento característico. Con una combinación de técnica y fuerza, logró atrapar a Nicoll en una guillotina que resultó inescapable. La ejecución fue tan precisa que el australiano perdió el conocimiento antes de poder rendirse, requiriendo atención médica inmediata.
Este triunfo marca la sexta victoria de Aguilar utilizando la guillotina como técnica de finalización, consolidando su reputación como un especialista en este movimiento. Con esta victoria, el mexicano mejora su récord profesional a 11 victorias y 2 derrotas, demostrando por qué es considerado una de las promesas emergentes en la división de peso mosca.
Tras el combate, Aguilar mostró no solo su habilidad como luchador sino también su deportividad, ayudando al árbitro a verificar el estado de Nicoll. En sus declaraciones post-pelea, el mexicano expresó su gratitud y dedicó la victoria a su familia: "Estamos haciendo todo esto por mi familia, por mi gente, por Dios. 14 años de carrera y estoy en el octágono más chingón del mundo. Muchísimas gracias, mi gente. Muchísimas gracias, Australia".
Aguilar también abordó el tema de haber fallado en la báscula, explicando que se debió al largo viaje a Australia y el desfase horario. A pesar de este contratiempo, su rendimiento en el octágono no mostró señales de debilidad.
AG
