El presidente de Estados Unidos, Joe Biden y su homólogo ruso Vladimir Putin, abrieron este miércoles con un apretón de manos su esperada cumbre de Ginebra, Suiza, destinada a rebajar las tensiones entre ambos países y hallar algunos puntos de acuerdo.
Los dos responsables llegaron con minutos de diferencia a la Villa La Grange, un magnífico edificio del siglo XVIII ubicado en el corazón de la ciudad suiza, y fueron recibidos por el presidente suizo Guy Parmelin, que les deseó suerte en esta reunión que se prevé complicada.
Biden tomó la iniciativa y tendió la mano a Putin. “Siempre es mejor verse cara a cara”, dijo el mandatario estadounidense al inicio de esta cumbre, la primera con el líder ruso desde que llegó a la Casa Blanca en enero. Por su parte, el presidente ruso confió por su parte en que esta reunión, que se prevé tensa debido a los importantes desencuentros entre los dos países, sea “productiva”.
Una vez en la mansión, ambos volvieron a salir acompañados del presidente suizo, quien dijo que su país se siente honrado de acoger esta reunión y favorecer así el diálogo y la compresión mutua. Así mismo, deseó a Putin y a Biden una “reunión fructuosa en el interés de sus respectivos países y del mundo entero”.
Los lazos entre Rusia y Estados Unidos se vieron dañados por diversos factores entre los que destacan: la anexión de la península de Crimea de Ucrania en 2014 por parte de Moscú, las acusaciones de interferencia rusa en las elecciones, así como por los ciberataques que, según los funcionarios estadounidenses, tenían orígenes rusos.
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AR