Durante la Semana Santa se conmemora la muerte de Jesús, mesías de los católicos, quien dio la vida para perdonar los pecados de la humanidad, según la propia religión, por lo cual se llevan a cabo diversas representaciones de lo sucedido después de su muerte.
De acuerdo a los relatos bíblicos Jesús resucitó al tercer día de morir y su cuerpo fue llevado a una tumba improvisada y este lugar se convertiría con los años en uno de los centros de peregrinaje más importantes de la fe cristiana, ubicado en Jerusalén.
Cane mencionar que en la tumba de Jesús se encuentra el calvario y sepulcro donde fue colocado después de la crucifixión y donde resucitó al tercer día.
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Con el paso de los años este lugar se convertiría en un importante centro de peregrinaje y para ello se construyó una imponente basílica que cada año es visitada por miles de personas.
Actualmente es conocida como la Basílica del Santo Sepulcro, lugar donde se encuentra Jesús sobre el montículo donde la tradición por Judas fue ejecutada y donde fue crucificado.
Asimismo, el Santo Sepulcro cuenta con dos estructuras, la más pequeña de ellas está ubicada al interior y conserva el lugar exacto donde fue colocado Jesús tras su muerte.
La fachada de la tumba de Jesús está adornada con mampostería y muchos cirios de la variante ortodoxa del cristianismo y se encuentra protegida por varias comunidades cristianas.
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JAL