El ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo del Castillo, acusó al expresidente Evo Morales de disparar contra agentes policiales y de herir a uno de ellos en un control antidrogas en la región del Trópico de Cochabamba. Del Castillo calificó de “mentiroso” a Morales y aseguró que el incidente se produjo cuando el vehículo en el que viajaba el exmandatario no se detuvo ante la orden de los agentes.
Según Del Castillo, el control formaba parte de la operación “Tormenta del Trópico III,” orientada a combatir el narcotráfico en el Trópico de Cochabamba, un bastión político y sindical de Morales. Durante este operativo, los agentes identificaron varios vehículos, pero el auto en el que viajaba Morales intentó evitar el control, aumentando su velocidad. “Los policías presentaron sus identificaciones, pero el conductor decidió no detenerse y aceleró. Desde el interior del vehículo se realizaron disparos”, afirmó el ministro.
Uno de los disparos alcanzó a un policía, quien también fue arrollado al intentar detener el automóvil, resultando con fracturas de tibia y peroné. El agente fue trasladado a un hospital en Santa Cruz para ser operado. Del Castillo explicó que los policías intentaron perseguir el vehículo de Morales, pero recibieron más disparos y se vieron obligados a detenerse.
En respuesta, Evo Morales aseguró que el ataque fue un “intento de asesinato” orquestado por el gobierno de Luis Arce y acusó directamente a Del Castillo y al ministro de Defensa, Edmundo Novillo, de planear el atentado para evitar su participación en las elecciones de 2025. Morales también sugirió que los videos del ataque fueron editados, afirmando que el Gobierno busca perjudicar su imagen.
Del Castillo añadió que, tras el incidente, seguidores de Morales sustrajeron y quemaron vehículos policiales desde un cuartel para “eliminar evidencia.” Además, calificó de “inaceptables” los bloqueos que seguidores de Morales mantienen desde hace dos semanas en defensa del expresidente, bloqueos que, según él, estarían “en defensa de la pedofilia y la violación de menores,” debido a una investigación contra Morales por presunta trata de personas y estupro, acusación que involucra a una menor.
Este conflicto se desarrolla en el contexto de una lucha interna entre Morales y el actual presidente, Luis Arce, por el control del Movimiento al Socialismo (MAS) y el Gobierno boliviano.
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